En el Día Internacional de la Juventud, desde Asuntos del Sur se presenta el documental Wayna – La Resistencia el cual pone en primer plano la voz, las demandas, necesidades, percepciones y -especialmente- el activismo de jóvenes en distintos puntos de nuestra región. Es una de las piezas claves de articulación de aprendizajes que surgen del proyecto Gen Wayna, el cual reúne una cohorte de proyectos implementados por distintas organizaciones de la sociedad civil y universidades de América Latina durante los últimos dos años, financiados por el International Development Research Center (IDRC) de Canadá.
Ramón González, director del documental junto a Juan Rodríguez, señala que el filme buscó retratar “los procesos de aprendizajes y las estrategias de superación de las violencias hacia las juventudes a través del arte, deportes y contacto con sus pares” y que allí se “destacan las experiencias de una generación de juventudes luchadoras, que buscan rebelarse, empoderarse y que sus voces se transformen en eco, para que las futuras generaciones las multipliquen y puedan romper las cadenas que las oprimen”
Las organizaciones que presentan, a través de sus protagonistas, las experiencias y aprendizajes obtenidos a lo largo de estos años son: Asuntos del Sur (Argentina), mediante su proyecto Sisa – Mujeres Activando; Corporación Región (Colombia) que llevó adelante junto a su organización aliada (Puririsun) Conexión Andina; Ibase (Brasil) con Juventudes de periferia urbana em movimiento; la Universidad Icesi (Colombia) que implementó la investigación Constructores de Paz; y la Universidad Veracruzana (México) hizo lo propio con La inclusión social de las/los jóvenes” en entornos de violencia, vulnerabilidad y exclusión.
El documental, producido por Asuntos del Sur y realizado por Arandú Films, no solo surge de un proceso colaborativo entre estas organizaciones, sino también que contó con la activa participación de las organizaciones con las cuales se involucraron en sus proyectos, como Matraca y Cesem (México), Puririsun (Perú) y Raízes en Movimento (Brasil).
El documental está disponible en el siguiente link: https://youtu.be/xBvUP0hiscc
Dinámicas actuales y fenómenos emergentes en el Caribe Colombiano
Por Lerber Dimas Vázquez
La categoría de Ex975, es un término acuñado a todos aquellos exparamilitares que hicieron parte del Proceso de Paz y que fueron privados de la libertad (o estando privados) y se acogieron a la Ley 975 o Ley de Justicia y Paz, promovida desde el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, que llevaría a la pacificación de los territorios y daría una respuesta jurídica a quienes -en bloque y en inmensa capacidad bélica- desplegaron la más grande oleada de terror y violación a los derechos humanos, en el Caribe Colombiano.
Todorov establece que el pasado es un anuncio al presente y, como parte de la búsqueda de lo que él llama el yo actual, es muy importante el estudio de nosotros en el pasado. La Ley de Justicia y Paz se creó con más mentiras que posibilidades reales de aplicación a la justicia. La misma desmovilización paramilitar fue, en la mayoría de los casos, más mentira que verdad y, como parte de esa dualidad, quienes iban a ser postulados a esta Ley se enfrentaron a una serie de contradicciones, que son normales en todo Proceso de Paz, pero donde debía prevalecer la verdad, la reparación y los mecanismos de no repetición. Sobre este primero y el último haré mayor hincapié.
Sobre ¿Quiénes eran esas las máquinas de guerra? El Estado lo sabía muy bien; las regiones igualmente y parafraseando a Padura: en estos sitios las personas habían visto la muerte tan de cerca como nadie es capaz de concebirla. Creo que lo sabían todo sobre la muerte y más que sobre la muerte: la pérdida de la vida por cualquier cosa insignificante, en el mejor de los casos, o una tortura silenciosa y larga de las cuales había experticia.
La peligrosidad se formuló originalmente para comprender la delincuencia violenta grave, crónica y reiterativa, dice el Análisis Crítico de un concepto Polisémico del profesor Antonio Andrés-Pueyo, y aquí tenemos el primer error: no se midió ni se tuvo en cuenta la peligrosidad de quienes iban a ser postulados al mecanismo transicional. No se tuvo en la cuenta ni el perfil criminal, ni su perfil psicológico. No se aplicó un manual de perfilación y conducta criminal. Lo que sí se hizo, fue meterlos a todos en centros carcelarios de mediana seguridad y con privilegios. El delincuente aprende rápido porque todo el tiempo está pensando en un paso adelante, esa es la lógica formal de la guerra y se mide matemáticamente y en la memoria el factor oportunidad y riesgo.
El segundo error fue creer que querían dejar las armas, ¿para qué? Eran dueños de los territorios, tenían las mejores fincas, carros, casas, visitas “ilustres”, dinero a montón producto de cualquier tipo de actividad ilícita y tenían las armas con las cuales mataban y ordenaban muertes a diario. Eran el Estado y lo representaban incluso en las elecciones a cargos democráticos (parapolítica).
El tercer error, es pensar que actuaban solos y que sus conductas se medían solo por la capacidad de daño que podían hacerle a un ser humano. No se tuvo en cuenta que al ser un movimiento totalitario, obedecía también a intereses particulares, económicos, políticos, grupales; intereses mediados por la codicia y la expansión.
Y el cuarto error, dejar la verdad, judicial e histórica en manos de los victimarios, juntándolos a todos para inferir en una verdad construida acorde de las necesidades propias y de sus socios.
En este orden de ideas, lo que vienen son los anuncios de lo que puede ser una repercusión violenta a gran escala, promovida por los Ex975. Anuncios que, entre otras cosas, se han venido materializando y que ponen en jaque la seguridad y la estabilización de algunos territorios; en otros, su influencia ha estado presente, lo que quiere decir, como en el caso de Santa Marta y algunos municipios del César, Bolívar, Magdalena y Atlántico donde se encuentra la mayor concentración de estas personas, que la problemática nunca se fue.
Miremos algunos casos: en Soledad, Atlántico, un ex975 tiene más de 100 motos y motocarros que son administrados por exparamilitares de su confianza. Estas mismas sirven para la comisión de otros delitos. Las grandes extensiones de ganado, por ejemplo, en Sábanas de San Ángel (Magdalena), que son de otro ex975, son también administrados por personas de su confianza. Esas y otras fincas en otros municipios del departamento.
En un municipio del Magdalena, cuyo nombre no puedo revelar por temas de seguridad, un ex975, por poco pone alcalde. Quedó, eso sí, con la puerta abierta en el Concejo por aquello de la reforma de equilibrio de poderes -Estatuto de la Oposición-.
Rigoberto Rojas Mendoza y Jhon Jairo Esquivel, capturados por el secuestro de Melissa Martínez en el departamento del Magdalena. Según algunas fuentes, hay órdenes de capturas contra otros Ex975, por otros delitos como el rearme. Esto sin contar con las múltiples reuniones en las que varias de estas personas han participado y a donde han asistido con su robusto esquema de seguridad que les brinda la Unidad Nacional de Protección. En total protegen a 18 de ellos en toda la Región Caribe.
El debate es sobre la culpabilidad. Se supone que deberían empezar de cero, por aquello de la reparación a las víctimas, pero como en el caso de los parapolíticos, todos salieron de las cárceles alegando quiebra y ninguno, escúchelo bien, ninguno, aportó un solo peso para las víctimas. Lo mismo ocurre con estas personas: todos han salido a disfrutar de sus fortunas que fueron intocables y que incluso se potencializaron estando privados de la libertad y aquí le recae una responsabilidad enorme al Estado.
En síntesis: no hay un mecanismo de la libertad vigilada, algo así como post-cárcel, ya que no hubo post-conflicto, tampoco la idoneidad en algunos de los casos de quienes los cuidarían. Recordemos que la UNP se nutrió de personal del DAS, y estos claramente fueron aliados del paramilitarismo. Los mismos, cuidando a los mismos.
La realidad de los que podemos llamar un fenómeno emergente, que se activó con la salida de ex975 de los centros carcelarios, es una realidad en el Caribe Colombiano. No todos están inmersos en prácticas delictivas; sin embargo, esa mayoría que si lo está tiene el poder militar, el conocimiento y las personas (leales o reclutadas) con las que pueden armar un grupo tipo paramilitar en una hora. Tienen facilidad para conseguir las armas y las alianzas para ingresar nuevamente a los territorios, como lo han venido haciendo en algunas regiones y tienen a los aliados que buscan afanosamente recuperar su economía y sus tierras.
¿Sabe el Estado y la justicia, dónde está cada uno de ellos y qué está haciendo? Es la pregunta que se debe hacer y desde aquí le sugerimos una respuesta: vayan a las antiguas zonas donde anteriormente operaron.
Lerber Dimas Vázquez – Antropólogo. Miembro de Mama Coca. Experto en violencia en Sierra Nevada Santa Marta
Desde hace tres años somos una red de Agentes de Innovación que buscan transformar la política. Partimos de un sueño compartido: una generación de liderazgos democráticos que impulsarán cambios democráticos en nuestra América Latina. Somos personas que hacen, personas diversas y comprometidas con nuestra región y con nuestra comunidad inmediata.
Contamos con el apoyo de expertos y expertas en contenidos, quienes con profesionalismo y vocación nos han permitido compartir sus experiencias; organizaciones aliadas que impulsan encuentros presenciales y acompañan también a los y las participantes para aterrizar el contenido a las experiencias locales; y financiadores, quienes nos ayudan a llegar a más personas y hacer sostenible el proyecto. Contamos también con el apoyo de un gran equipo de tutores y tutoras de 13 países de la región que con gran dedicación acompañan el proceso de aprendizaje de cada participante y que, además de tener conocimiento académico, poseen algo mucho más valioso, el saber desde la experiencia en los territorios y el compromiso con la sociedad. Y finalmente, con el apoyo de los líderes y las lideresas que hoy forman parte de nuestra red de actores, una red de donde surgen nuevos conocimientos, proyectos, acciones aplicadas en el territorio…
Desde la Academia de Innovación Política tenemos la convicción y la misión de compartir y difundir todas las miradas y nuestras experiencias en los territorios. Tenemos también la convicción de que el conocimiento se construye desde el Sur, desde la interseccionalidad e interculturalidad y, sobre todo, desde la diversidad.
En la Academia nos hacemos las preguntas incómodas o de difícil solución, aquellas que están en el centro de los desafíos en nuestra región. Pero también impulsamos nuestras ideas con acciones, desde una mirada crítica, empática y alimentada por el intercambio de saberes de forma colaborativa.
En estos primeros tres años consolidamos una plataforma para la transferencia y co-construcción de conceptos, prácticas, metodologías y herramientas de gobernanza democrática en los escenarios actuales, llevando a cabo 24 programas de formación. Pero aún más importante, consolidamos una red de 4865 liderazgos democráticos de 26 países dentro y fuera de América Latina.
En 2019 iniciamos la estrategia “Agentes de Innovación” con el objetivo de conectar, impulsar y difundir los proyectos, ideas y liderazgos de nuestros/as graduados/as. Hasta el momento hemos llevado adelante 12 mentorías exitosas con expertos y expertas del ecosistema de innovación política de América Latina, iniciamos un espacio de intercambio de ideas y aprendizaje para innovar y generar incidencia, y hemos impulsado actividades como la Semana de Innovación Política, Democracia Viva y un Concurso de capital semilla para proyectos innovadores.
Para este año estamos preparando relanzamientos de nuestros programas de formación, así como nuevas propuestas y maneras de acompañar el fortalecimiento de tu liderazgo. ¡Te compartimos un adelanto!
SISA Mujeres Activando. El 20 de abril iniciamos con una nueva cohorte del programa de formación «SISA Mujeres Activando». Brindaremos herramientas -y enriqueceremos las ya existentes- para los activismos de la diversidad de mujeres, articulando y fortaleciendo los mecanismos de trabajo e identidad entre las distintas colectivas. ¡Estate atenta a la apertura de postulaciones esta semana!
Diplomado en Innovación Política. Durante el segundo semestre lanzaremos la versión renovada de un clásico. Abordaremos las actuales transformaciones socio-políticas, los modelos de apertura en la sociedad y gobiernos, y los territorios sostenibles, inclusivos y colaborativos.
Innovación Pública 360. Como parte de su compromiso con el fortalecimiento de democracias más participativas, Asuntos del Sur dio inicio a la implementación de su nuevo proyecto Innovación Pública 360, para gobiernos subnacionales de América Latina. Desde la Academia de Innovación Política estaremos apoyando este proyecto en el proceso de formación para funcionarios y funcionarias del sector público, organizaciones sociales y activistas.
Comunidad Profesional de Aprendizaje. Próximamente estaremos lanzando un laboratorio virtual para intercambio de opiniones, trabajo colaborativo y conexión entre todos y todas las Agentes de Innovación de la Academia.
Mentorías para proyectos innovadores. Continuaremos con el compromiso de impulsar los proyectos e ideas innovadoras de los y las Agentes de Innovación a través del sistema de mentorías de la Academia.
Maletín de herramientas. En nuestra página web encontrarás publicaciones, webinarios, metodologías que te servirán de apoyo para llevar adelante tus proyectos. Queremos invitarlos/as a que también sumen sus herramientas para generar un mayor alcance.
Proyectos de Innovación y Liderazgos. Desde la Academia brindamos difusión en nuestra página web y redes sociales de los proyectos y liderazgos de nuestros/as Agentes de Innovación. Los y las invitamos a que participen enviándonos sus historias.
Los días de confinamiento no son necesariamente días de inmovilidad. Esto quedó demostrado con las decenas de movilizaciones que han innovado en sus formas para seguir vivas a pesar del coronavirus. Aquí traemos un listado de algunas de estas iniciativas y dejamos el espacio abierto para que siga sumándose día a día.
Por estos días es casi imposible siquiera soñar con volver a ver las escenas que desde hace varios meses nos ofrecen las plazas de muchos de los países latinoamericanos. La idea de abarrotar de nuevo nuestras calles con manifestaciones políticas no resulta responsable en medio de una de la más graves pandemias que ha vivido el mundo en las últimas décadas. Pero una cosa es ser responsable y otra muy diferente es quedarse inmóviles. Por eso, los períodos de cuarentena que demanda la expansión del Covid-19, han sido vistos por los movimientos sociales de nuestra región como una oportunidad para innovar en las estrategias de movilización. Si no se puede llevar la protesta a la calle, tendrán que usarse otros mecanismos para hacerse escuchar. Aquí recogemos algunas de esas iniciativas y dejamos el espacio abierto para que cada día se sumen más.
¿Quieres ver tu propuesta innovadora reseñada aquí? Escribe a esteban.tavera@asuntosdelsur.org y cuéntanos sobre las formas en que te estás movilizando en medio de la cuarentena. Actualizaremos esta página con cada nuevo aporte.
Protesta Virtual Feminista, Venezuela
“Somos muchas, hacemos de todo, estamos en todas partes y tenemos algo que decir”. Ese es el mensaje de bienvenida de la aplicación “Protesta Virtual”, una propuesta diseñada por el colectivo venezolano Resonalia como una alternativa para que las mujeres que viven dentro o fuera de ese país manifiesten su descontento de forma segura y anónima en el espacio virtual.
“La intención de esta aplicación –dice María Luisa Campos, integrante de Resonalia– es facilitar la expresión de las mujeres haciendo más accesible la movilización, promover la protesta segura, explorar mecanismos de interacción online hasta ahora no usados en el país y capitalizar reclamos en un contexto social potencialmente beligerante”.
Hasta ahora, el aplicativo ha recibido los mensajes de más de 30 personas de todo el mundo y estará disponible hasta el 31 de mayo esperando que más mujeres hagan llegar sus notas de protesta. “Queremos poner las experiencias de las mujeres como punto de partida, sin edulcorantes ni teorías: somos víctimas de violencia y sólo contando nosotras mismas lo que nos molesta, nuestras historias personales de frustración, podremos construir un futuro reivindicativo conjunto y realista”, apunta Luisa María.
Si quieres saber más o dejar tu mensaje de protesta, aquí te dejamos el enlace: arcg.is/1vjW9y
La hora de los balcones y la cacerola, Colombia
Desde noviembre del año pasado en Colombia no han parado las movilizaciones en protesta por las políticas del Gobierno de Iván Duque en áreas como la economía, la lucha contra la corrupción, la seguridad de activistas y defensores de Derechos Humanos, así como la implementación del acuerdo de paz. Pero ante la expansión tan acelerada que ha tenido el Covid-19 en ese país, el Gobierno y las fuerzas oposición coincidieron en apuntar que lo mejor, al menos por ahora, es quedarse en casa.
Eso no implica que la movilización se detiene. El tiempo de la cuarenta es también el tiempo de los balcones y la cacerola. Por eso, la propuesta que vino a mantener viva la movilización fue un paro nacional que, en lugar de grandes marchas, promoverá cacerolazos por todo el país. La protesta será el próximo 25 de marzo y durará doce horas, entre las 8 de la mañana y las 8 de la noche.
Panelaço contra Bolsonaro, Brasil
Bajo la consigna “En tiempos de cuarentena las ventanas gritan”, el pasado 18 de marzo miles de personas sorprendieron a Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, con un cacerolazo espontáneo. El panelaço se escuchó simultáneamente a las 8 p.m. en ciudades como Río de Janeiro, San Pablo, Salvador, Belo Horizonte, Recife y otras.
Los reclamos de quienes salieron a sus ventanas a mostrar su inconformismo era dos principalmente: que se defienda a la salud pública, amenazada por el mal manejo que el gobierno le está dando a la crisis causada por el Covid-19, y que Jair Bolsonaro presente su renuncia al poder.
Pero la jornada no transcurrió solamente acompañada de cacerolas y gritos. En muchos de los balcones se vio a las personas bailando, interpretando instrumentos y en algunos edificios se hicieron proyecciones en las que se ve la cara de líderes populares asesinados por la policía o caricaturas con la cara del presidente, así como frases como “Fora Bolsonaro”. Como es de esperarse, ya las redes sociales están llenas de registros de la jornada de protesta desde casa y se pueden ver usando las etiquetas #18m#forabolsonaro #Panelaço18M #PanelaçoContraBolsonaro y #FueraBolsonaro.
Apuestas por la formación política desde casa, Argentina
Una de las ventajas que traen estos días de encierro para quienes se dedican a la transformación de los contextos latinoamericanos, es que se puede hacer una pausa del agitado ritmo que demanda el día a día. Para ellos y ellas, con la etiqueta #QuédateEnCasa con Asuntos del Sur, hay disponible una completa lista de herramientas digitales que ayudan a invertir el tiempo en casa en un proceso de formación política de alta calidad.
El “Kit de Formación en Línea”, que está disponible desde el 17 de marzo, puede usarse desde casa con una computadora o dispositivo móvil con acceso a internet. Entre el material compilado hay herramientas digitales, investigaciones y publicaciones.
Antonella Perini, coordinadora de la Academia de Innovación Política, dice sobre los contenidos disponibles: “Desde la Academia incluímos diversos materiales que aportan muchas herramientas de aplicación inmediata útiles para replantearnos los modelos de gobernanza en las organizaciones sociales, conocer el espíritu de nuestra Academia y acceder a recursos claves para periodistas en la era digital”.
En el Kit también hay varias aplicaciones web que pueden usarse como una herramienta de movilización. Ese es el caso de Detox y el Calentómetro, desarrollados por el proyecto SISA-Mujeres Activando. “Nosotras invitamos a hacer una cuarentena feminista para aquellas que tienen el privilegio de contar con internet, por eso ponemos a disposición productos como el calentómetro, una herramienta digital para estos tiempos de aislamiento en donde el placer se vuelve un acto de autocuidado. La herramienta nos permite conectarnos con caricias digitales, a través del sexting, y a su vez nos educa para hacerlo de manera segura con el objetivo de evitar violencias digitales como la sextorsión”, dice Georgia Rothe, integrante de SISA.
Por otro lado, el Detox es un programa de 7 días para desintoxicarse del machismo. Esta herramienta propone siete ejes de reflexión, análisis y ejercicios para fortalecer los feminismos. “Ideal para realizar durante la cuarentena”, apunta Georgia.
Quienes se dedican a la fotografía, las artes plásticas, la poesía, la producción audiovisual y musical tienen una invitación para el 24 de marzo. Ese día, por invitación del colectivo argentino Emergentes, se busca que la plaza esté llena aunque no salgamos de casa. “Porque por más extraño que sea no encolumnarnos detrás de la bandera de lxs 30 mil detenidxs desaparecidxs, sabemos que igualmente estaremos con ellxs construyendo memoria en defensa de los Derechos Humanos”, dice la convocatoria.
La propuesta es que quienes tengan trabajos que aludan o de alguna manera se toquen con la memoria colectiva frente al horror causado en la última dictadura argentina, los envíen y participan de una jornada de manifestación en la que estos materiales serán publicados durante todo ese 24 de marzo.
Festival Online de Cine Documental sobre Derechos Humanos, España
Entre el 16 y el 20 de marzo, la plataforma Entrefronteras realizará un festival de cine documental sobre Derechos Humanos que se podrá ver en directo a través de su página de facebook a las 19 horas de España (15 horas de Argentina).
Algunas de las películas que ya hacen parte de la muestra son: Ahed Tamimi, la heroína palestina (Palestina); Existir es resistir (España); Una historia necesaria (Chile); Tres territorios (Sahara), y Collapse (Puerto Rico).
La organización Diseño Social, como una forma de combatir la cuarentena, abrió todos sus cursos de formación para que puedan usarse de forma gratuita. “Nuestra formación tiene como objetivo aportar una visión estratégica y global sobre innovación social. En ellas, tratamos su aplicación práctica en comunicación y diseño integrándolos a su vez al entorno digital”, dice la ONG en su sitio web.
Los programas ofrecidos en esta cuarentena abordan temas relacionadas con emprendimiento, creatividad y la especialidad de la casa: diseño y comunicación social.
La alianza global Civicus, que se dedica a fortalecer las formas de acción ciudadana en defensa de las libertades democráticas y el activismo, está compilando herramientas, información, cursos gratuitos y recomendaciones de distintos organismos internacionales que ayuden a las organizaciones sociales a mantener los vínculos y a seguir movilizándose en medio del encierro.
Una app para quienes no tienen renta en medio de la cuarentena, Brasil
En medio de la crisis desatada por la pandemia del Covid-19, la plataforma brasileña Desafabo Social, alzó un llamado de urgencia para las organizaciones sociales del continente: es necesario encontrar soluciones efectivas para que aquellas personas que no tienen una salario fijo puedan generar sus propios ingresos en medio de la cuarentena.
“Debido al coronavirus, –dice Desafabo en su página web– las empresas comenzaron a adoptar una oficina en casa, pero la mayoría de la población brasileña no tiene este privilegio. Por lo tanto, no todos tienen una reserva de emergencia, es decir, dinero ahorrado”.
Una de las ideas que pusieron a disposición de sus connacionales fue ItsNoon, un aplicativo web que permite que artistas, comerciantes, profesionales y todo aquel que lo necesite, encuentre soluciones de ingreso de capital. Además de esto, crearon un canal de Telegram en el que personas de todo el mundo pueden compartir ideas, propuestas y recomendaciones para resolver las necesidades económicas que apremian en este momento.
Durante todo el 24 de marzo, Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, en Argentina, las calles del país se llenarán de pañuelos blancos en balcones y ventanas. La invitación fue hecha por organizaciones de Derechos Humanos como la Asociación Abuelas Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, el Centro de Estudios Legales y Sociales y muchas otras. “Colgá en pañuelo en tu balcón, puerta o ventana y compartí la foto en redes sociales. Seguimos unidas y unidos en la lucha contra la impunidad. Sin marcha, pero con memoria”, dice la convocatoria. La etiqueta que se usará para subir todo el material a redes será #PañuelosConMemoria
La memoria proyectada, Argentina
Este 24 de marzo, entre las 21 y las 00 horas, las calles de Buenos Aires se convertirán en el telón de fondo de cientos videos e imágenes sobre la memoria de los más de 30 mil desaparecidos y desaparecidas que dejó la última dictadura militar en el país. Para participar solo se necesita una computadora, un proyector y entrar a este link para descargar todas las imágenes que ha dispuesto el Espacio de Memoria y Derechos Humanos, exEsma: www.espaciomemoria.ar/proyectorazo.
Los días de cuarentena pueden ser el mejor momento para ver cine hecho sólo por mujeres. Así se podrá hacer con el Festival Online Mujeres de Cine que se realizará entre 23 y el 31 de marzo. En total se presentarán 15 películas de directoras de Costa Rica, Chile, México, Portugal y España.
“Fueron 4 feminicidios esta semana. Si te hacen ruido, hacé ruido”. Con esta contundente frase, el colectivo feminista Minerva, de Uruguay, convocó a un cacerolazo en contra de los asesinatos sistemáticos en contra de mujeres en ese país.
La acción se realizó el viernes 20 de marzo, y significó un grito de rechazo ante varios aspectos que no están mal en el país. “Ante la iniciativa de muchas compañeras de levantar la voz a pesar del aislamiento, nos convocamos a realizar una caceroleada feminista para denunciar cuatro feminicidios ocurridos la semana pasada. También nos convocamos a estar alerta y continuar desplegando nuestra solidaridad feminista ante los efectos y consecuencias de la crisis sanitaria, que profundiza nuestra precarización laboral, y complejiza las tareas de cuidados”, dicen desde Minerva.
Algunas imágenes pueden verse: https://www.facebook.com/minervascolectivofeminista
Pedí ayuda, pedí tapabocas, Paraguay
Durante el tiempo que duren las medidas de aislamiento que se impulsaron en casi todos los países de América Latina, miles de mujeres se verán obligadas a encerrarse con sus agresores. Por esa razón, la organización Femi Unidas, de Paraguay, se ideó una forma de ayudar a quienes necesiten denunciar a un agresor.
La propuesta de Femi Unidas es que las mujeres tengan su número telefónico agendado y si llegan a necesitarlo llamen a pedir un delivery de tapabocas. “Si alguna mujer está en una situación de violencia y no puede llamar al 911 o al 137, puede escribir en sus estados “¿podés pedirme delivery?”, y expliquen de qué se trata. Un pedido de auxilio es la diferencia entre la vida y la muerte de una persona. Pueden agendar nuestra línea de atención permanente como “farmacia” y pedirnos “tapabocas”, nos comparten la dirección exacta y les haremos llegar ayuda. Nuestras voluntarias pueden llamar y esperar por horas si fuera necesario hasta que atiendan las líneas de asistencia”, dice Melani Vega, directora de Femi Unidas.
¿Quieres ver tu propuesta innovadora reseñada aquí? Escribe a esteban.tavera@asuntosdelsur.org y cuéntanos sobre las formas en que te estás movilizando en medio de la cuarentena. Actualizaremos esta página con cada nuevo aporte.
Como es de público conocimiento, el virus llamado Convid-19 se encuentra en estado de pandemia, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, y una de las mayores recomendaciones desde los distintos Estados Nacionales que hacen frente a esta crisis es practicar el aislamiento social y limitar la salida de nuestros hogares.
En Asuntos del Sur queremos colaborar a que esta estadía en casa no esté signada por la saturación de información que genera angustia y agobio sino que pueda ser un tiempo para aprovechar y realizar actividades para las cuales quizá no sueles tener tiempo.
Por eso, hemos armado para ti un kit de formación para que puedas usar desde tu casa, con tu computadora o dispositivo móvil y acceso a internet. Herramientas digitales, investigaciones, publicaciones y contenido liberado para que estos días también puedan ser de nuevos conocimientos.
Academia de Innovación Política La AIP es nuestra plataforma de formación virtual cuyo objetivo principal es fortalecer liderazgos para alcanzar democracias inclusivas y participativas. Estos son los productos a los que puedes acceder de forma gratuita: ? Liderazgos del Siglo XXI. Una mirada a los programas de formación política en América Latina ? Periodistas en la Era Digital: Innovación, desafíos y nuevas narrativas ? Sociocracia: Una herramienta para repensar nuestras democracias
? Canciones para inspirarte e innovar. Playlist Colaborativa
Resiliencia Democrática: activismo político en contextos de violencia Asuntos del Sur y el Laboratorio de Seguridad de la Fundación Chile 21 realizaron este estudio basado en entrevistas y encuestas a activistas de la Región para poder entender los peligros que enfrentan, sus percepciones y los desafíos que se les presentan.
Resistencias. Participación política en contextos hostiles.
Esta publicación resume el trabajo realizado en el Foro Latinoamericano “Resistencias”, en el marco del proyecto Gen Wayna, liderado por Asuntos del Sur y que cuenta con el apoyo del International Development Research
Center (IDRC).
La firma del primer acuerdo de entendimiento con el municipio de Hurlingham, en Argentina, es el punto de partida para el nuevo proyecto de Asuntos del Sur para gobiernos subnacionales de América Latina: Innovación Pública 360.
El miércoles 4 de marzo se oficializó el inicio de las acciones en Hurlingham, ubicado al oeste del área metropolitana de Buenos Aires, por medio de la firma del acuerdo institucional entre el director de Asuntos del Sur, Matias Bianchi, y el intendente del municipio, Juan Horacio Zabaleta.
Hurlingham y las demás ciudades que hagan parte de Innovación Pública 360 conformarán una red latinoamericana de gobiernos innovadores, orientada a ser una comunidad de aprendizaje y un espacio de colaboración regional. Desde esta red se promoverá un trabajo continuado para seguir innovando la institucionalidad y la gobernanza democrática en Latinoamérica.
“No quiero que nadie me diga Feliz Día de la Mujer el 8 de marzo” dice Brendy Cuy Urizar. Tampoco Elsa Siquín Montafúr celebra este día. Brendy es la tía de Yohanna y Elsa la madre de Yemmi, dos de las 41 niñas que murieron en el incendio del Hogar Seguro en Guatemala el 8 de marzo de 2017.
Tres años después la tragedia, ésta es considerada culpa de los menores por protestar el día anterior, o son estimados delincuentes ya que “por estar ahí, algo habrán hecho mal”. También las madres tienen la culpa porque “abandonaron sus hijas en el Hogar”. Esta criminalización llegó a su colmo cuando, a finales de 2019, las quince niñas sobrevivientes fueron denunciadas por ser las responsables de la muerte de sus compañeras. La estigmatización y criminalización no solamente determinan la búsqueda de justicia después la tragedia, sino también determinó la muerte y vida de las chicas, y de cómo llegaron al Hogar.
Una tragedia anunciada
El día antes del fuego, varios jóvenes protestaron y se escaparon del Hogar Seguro Virgen de Asunción en el municipio de San José Pinula, a las afueras de la Ciudad de Guatemala. El Hogar Seguro no era tan seguro como pretendía su nombre, tampoco según la ley que establece su función como casa de acogida para jóvenes en riesgo de sufrir violencia.
Cada domingo y lunes la madre de Yemmi la visitó en el Hogar. Yemmi lloraba mucho, quería irse del Hogar. “Se quejaba de la comida podrida y maltratos. El último domingo que la vi, me contó que ya no quería tomar el refresco porque temían que les drogasen para tranquilizarlas, que vio cómo llevaron a una niña en la noche. Ese día me dio una carta, y por eso luego la castigaron”. Yemmi no exageró. Entre 2012 y 2016 el Procurador de Derechos Humanos registró decenas de denuncias de abusos, entre ellos maltratos, violaciones y trata sexual. Brendy, la tía de Yohanna, entiende por qué las niñas protestaron. “Lo único que estaban pidiendo eran sus derechos. No gozaban ni de toallas sanitarias. Cuando tenían sus reglas sacaban pedazos de los colchones.”
El 7 de marzo no fue la primera vez que los jóvenes se rebelaron contra los abusos. Excepcional fue que esta vez llegaron, por orden del entonces presidente Jimmy Morales, más de cien policías entrenados para combatir criminales a reprimir una protesta de menores de edad. Golpeados y rociados con gas pimienta, los y las jóvenes capturados tuvieron que esperar durante horas en el frío fuera del Hogar. Por no querer mezclar “los buenos” con “los malportados”, encerraron a los chicos en un auditorio grande y a 56 chicas en un aula de 47 metros cuadrados. Las chicas estaban aplastadas ahí desde medianoche, sin acceso al baño, ni a agua potable. Lo que les dieron fueron unas colchonetas de polietileno. Después de un día y una noche de desesperación, una compañera les prendió fuego. Rápidamente un mar de llamas llenó la habitación.
Durante 9 minutos la Subcomisaria Lucinda Marroquín tuvo la llave, pero no abrió la puerta. Sobrevivientes dicen que les insultó y gritó que se quemen. 23 niñas murieron calcinadas, 18 más en los próximos días. 15 niñas sobrevivieron, con graves lesiones físicas y emocionales. “Nueve minutos”, llora Brendy sentada en el cuarto donde duerme toda la familia. “Ni abrió la puerta cuando escuchó esos gritos aterrorizados de las niñas que se estaban quemando. Nunca lograré entender esto”.
Sobrevivientes denunciados por asesinato
Doce personas, entre ellas policías, empleados del Hogar Seguro, una jueza y altos funcionarios de la Secretaría de Bienestar Social, enfrentan juicios por los eventos del 7 y 8 marzo. Se les acusa de delitos menores, como maltrato y homicidio culposo, delitos que implican penas de 3 a 8 años. El proceso penal apenas avanza. “El mayor obstáculo resulta que dividieron la investigación y enjuiciamiento en tres procesos, según la capacidad de mando y decisión de los sindicados”, explica Esteban Celada, el abogado de Mujeres Transformando el Mundo, una organización que es querellante adhesiva en el caso y que defiende a tres familias. El proceso también está plagado por otros retrasos y obstáculos. Ya solamente en la última semana de enero de 2020 se canceló una audiencia porque un fiscal llegó dos minutos tarde, y la otra, porque olvidaron los permisos de transporte de una sindicada.
Otra estrategia de los abogados de los acusados es culpar a las sobrevivientes y familiares de las fallecidas. Es una campaña que se refleja también a nivel político, mediático y social. Celada habla indignado. “En vez de concebir las niñas como víctimas que sufrieron una cantidad de violencias, las pintan como jóvenes malportadas y delincuentes que fueron institucionalizadas”. También cuestionan a las familias, en específico a las madres, insinúan que no les importaron sus niñas y por lo cual terminaron bajo custodia del Estado. Celada califica esos discursos muy ofensivos. “Pero lo más perverso de toda esta criminalización es denunciar penalmente a las chicas sobrevivientes como responsables.”
En septiembre 2019, un cierto abogado, Ludwig Sandoval interpuso una denuncia en contra de las 15 niñas sobrevivientes, acusándolas de 18 delitos y asesinato, cargo que acarrea una pena de 25 a 50 años de prisión. Sandoval no tiene nada que ver con el caso pero sí con el ex-director del Hogar Seguro. La denuncia se dio justo cuando los abogados querellantes buscaban que siete niñas sobrevivientes pudieran por fin dar su testimonio y que ningún sobreviviente debería repetir su historia en tres procesos penales distintos. Según Celada, esta denuncia busca no solamente estigmatizar a las niñas sino también callarlas. Añade que para poder entender esta criminalización perversa, se debe contextualizar la estigmatización y la violencia continuada contra las niñas que ha determinado sus vidas, sus llegadas al Hogar, sus muertes y la búsqueda de justicia. “Este caso es un reflejo de Guatemala, un coctel letal de misoginia, pobreza extrema y violencia intrafamiliar, estatal, institucional y criminal”.
Secuestrada por el Estado
Yemmi tenía 15 años cuando murió en el fuego. Vivió toda su vida en un barrio empobrecido de la ciudad de Guatemala. Su casa parece un callejón donde se han montado unos ladrillos y láminas. Aun con la cocina fuera de este reducido espacio, apenas hay lugar para el cuarto de baño y dos cuartos con piso de tierra para toda la familia. En el cuarto más grande no caben más que dos camas matrimoniales, donde Yemmi dormía con su madre, tres hermanas y un hermano. El padre murió hace años. Los dos cuartos están llenos de trofeos. A Yemmi le encantaba jugar fútbol. Afuera hay vestidos secando por todos lados. Elsa lava ropa y vende comida para ganarse la vida. Cuando terminó la escuela, Yemmi y Carlota, su hermanita de cuatro años menor, ayudaban a su mama a preparar y vender tamales. “Nunca les faltó algo, siempre tuvieron que comer, aunque era solamente frijol. Si necesitaba un cuaderno yo miraba como podía comprarlo. Siempre fui papá y mamá para todos”.
No solamente la extrema pobreza distinguió la vida de Yemmi. También la determinó la violencia que azota Guatemala y el barrio donde creció. Las pandillas y la violencia que generan es una realidad que no se puede negar allí. Tampoco se puede negar la violencia que generan las autoridades que estigmatizan a los jóvenes pobres de esos barrios como posibles pandilleros. Debido a la persecución a varones jóvenes, las pandillas cambian de táctica y encargan a chicas el llevarles armas y drogas. Estando al lado de una amiga que cargaba un arma, Yemmi fue detenida en un retén de policía. No le permitieron llamar a su mamá. El policía que le sacó su teléfono nunca se lo devolvió. El juez mandó a su amiga a un penitenciario juvenil, y a Yemmi al Hogar Seguro. Nunca avisaron a Elsa donde estaba su hija.
El Estado tendrá el cuidado
Stef Arreaga es una periodista guatemalteca y miembro del Colectivo 8 Tijax. Tras escuchar del incendio, permaneció días en el hospital y en la morgue, desde entonces acompaña a la mayoría de las familias y sobrevivientes. “El dominador común de todas las 54 niñas que estaban en el incendio es la situación de pobreza extrema. Además, la mayoría vivía en áreas rojas, consideradas muy peligrosas. Otro factor común es que varias niñas vinieron de familias con madres solteras. Las razones por la cual las chicas llegaron al Hogar fueron distintas, pero ninguna estaba ahí porque cometieron delitos. Unos fueron maltratados y hasta prostituidas en casa, otras madres las pusieron ahí porque las maras querían recluir a las niñas. También hubo madres que querían que sus niñas pudieron tener una educación, comida, acceso a un médico. Algo que las madres no pudieron darles”. Otras niñas estaban en la situación de Yohanna, quien fue criada por su tía Brendy, porque sus padres se marcharon. “A los 15 años se puso rebelde, quería irse” explica Brendy en su casa de madera en un municipio de Sololá. “Yohanna llamó al juzgado para llevarla al Hogar.” Stef se pregunta si los jueces que tuvieron que decidir sobre las chicas, habrían tomado la misma decisión si no vinieran de áreas marginales. También le llama la atención que tantas niñas provinieran de familias donde mujeres criaron a las niñas, y la marginalización que esto implica.
Elsa, quien no puede leer ni escribir y casi nunca salió de los alrededores de su barrio, buscó a su hija en hospitales, morgues, hogares y juzgados, dentro y fuera de la Ciudad de Guatemala. Varias veces preguntó por Yemmi en el Juzgado de la Niñez que la había encerrado. Al cabo de un mes la encontró en el Hogar Seguro, después una sugerencia de un desconocido. “Su pelo tieso, su ropa y cuerpo llenos de manchas. No la dieron ni cosas para bañarse. Estaba todo golpeado por otras chicas y quemada porque la ponían en la cancha como castigo. La prometí que iba a sacarla de ahí. En la audiencia, el Juez dijo que él decidía, que el cuidado lo iba a tener él. ¿Pero qué cuidado? (llora Elsa) si me la entregó muerta.”
“Si hubiera recibido algo de dinero sacaría mi familia de este barrio”
Elsa y Brendy lo tienen claro. Es el Estado el que las quemó. “Pero los vecinos y mi familia me dicen que por mi culpa estaba ahí”, lamenta Elsa. “Hasta en el camino a la morgue mi madre y hermana me regañaron que Yemmi era mi responsabilidad.” También a Brendy la miran mal fuera de su pueblo. En las calles de la ciudad más cercana le gritaron asesina. “Ya no vamos por ahí.” Elsa ya tampoco vende sus tamales en el mismo puesto arriba del barrio por miedo a que la vayan a extorsionar. Muchas personas piensan que Elsa, Brendy y las otras familias, recibieron dinero por lo que pasó con sus hijas, les desprestigian alegando que su motivación por estar en juicios, es una indemnización.
“Si hubiera recibido algo de dinero sacaría mi familia de este barrio”, dice Elsa. Recién recibió amenazas de muerte de unos vecinos y hace un año y medio mataron a su hija, Carolina, de 13 años. Fue a una tienda al lado y nunca volvió, la decapitaron y la tiraron en un terreno baldío cercano. Elsa dice no tener idea por qué. “Quizás porque pensaron que yo recibí dinero, o quizás porqué Carolina no quería acompañar una persona como hizo su hermana. Aquí en Guatemala, la violencia lo agarra contra las niñas.”
Tres años sin justicia
Tanto Elsa como Brendy se desesperan en su búsqueda por justicia, como cuando el juez suspende una y otra audiencia. Llegar a éstas cuesta dinero y tiempo, algo que varias familias no tienen. “No voy a todas. El día que voy es un día que no trabajo”, explica Elsa. Brendy se indigna que ya son tres años y que todavía no hay justicia. “Sabemos que estamos enfrentando a funcionarios muy altos y poderosas”. Con unos sindicados tardaron dos años para decidir si debían enfrentar juicio, como la jueza que no cumplió con su deber de averiguar y asegurar la seguridad de los niños y adolescentes el 7 de marzo. Otros acusados tenían estrechos vínculos con el ex-presidente Jimmy Morales. Él también enfrenta querellas en este caso, por haber ordenado la llegada de 100 policías extra. Su inmunidad siempre lo protegió de persecución en este caso. Y sigue gozando de inmunidad, ya que en enero 2020 fue nombrado como diputado en el Parlamento Centroamericano, horas después de la toma de poder por el nuevo presidente en enero 2020.
Celada considera que otra razón por la cual se incrementa la obstaculización de la justicia, es porque dos de los tres procesos penales están a punto de entrar en la etapa final. En esta etapa habrá debate público y se presentarán evidencias. Quizás en 2020 se podrán ver condenas en el caso de Hogar Seguro. Sin embargo, Stef Arreaga, del colectivo 8 Tijax, teme que podrían ser penas leves, ya que no son juzgado por delitos de tortura si no por delitos como el maltrato. Además, unas penas como las de asesinato culposo no son acumulativas; se juzga por todo el grupo, no por las 56 niñas.
Justicia fuera de los tribunales
Para Brendy y Elsa justicia no es un memorial, ese que el gobierno instaló en noviembre 2019 a la entrada del Hogar, escribiendo mal los nombres y olvidando de invitar a las familias y sobrevivientes a la inauguración. Justicia para ellas es que se conozca la verdad sobre lo que pasó, que los culpables sean condenados apropiadamente y que no vuelva a pasar lo que pasó en ningún otro Hogar, y a ninguna otra niña.
Queda todavía mucho por hacer. “Siguen pasando esos episodios de motines en otros hogares donde los niños escapan, donde las niñas están pidiendo que les escuchen”, reflexiona el abogado Celada. “Lo malo es que la sociedad no escucha. Si siguen rebelándose es porque algo nos quieren decir, pero ni siquiera pensamos que son merecedores de ser escuchados”.
Celada enfatiza que la justicia también se debe buscar fuera de los tribunales, por ejemplo, manteniendo el altar que organizaciones de la sociedad civil y otras personas montaron en la Plaza Central de Guatemala. En septiembre 2019, el gobierno lo quitó. Aunque activistas volvieron a ponerlo, la falta de indignación de la población en general dice mucho, según Celada. Revela la estigmatización y criminalización hacia las familias y sobrevivientes. “Si una sociedad es incapaz de tener empatía por un hecho tan grave como este, se normaliza la violencia. Y puede volver a pasar una tragedia como este del Hogar Seguro”.
Se han prendido todas las alarmas en las democracias de la región. El 2019 se consolidó como el año de mayor emergencia de gobiernos con tendencias autoritarias y represivas, y en consecuencia, también como el año de más estallido social. Ante este escenario, las fuerzas que defienden a la democracia deben reorientar sus estrategias, herramientas y formas de acción.
Es por ello que Asuntos del Sur y el Laboratorio de Seguridad de la Fundación Chile 21 realizaron este estudio basado en entrevistas y encuestas a activistas de la Región para poder entender los peligros que enfrentan, sus percepciones y los desafíos que se les presentan.
IASS Potsdam (Institute for Advanced Sustainability Studies) es un centro que apoya transformaciones sustentables a través de la investigación transdisciplinaria. En el marco de su agenda de reconfiguraciones democráticas para las transformaciones sustentables, fuimos convocados para formar parte de un laboratorio donde prototipamos métodos y principios a través de los cuales los laboratorios puedan promover la democracia y sustentabilidad.
El pasado lunes 9 y martes 10, Antonella Perini, coordinadora de la Academia Política de Asuntos del Sur, compartió este espacio de encuentro junto a casi cuarenta expertas y expertos que lideran laboratorios, investigadoras e investigadores, organizaciones especializadas en sustentabilidad y democracias. Confluyeron así experiencias sobre laboratorios públicos, living labs, laboratorios de innovación social, entre otros.
El encuentro partió desde la diversidad para reconocernos parte de un ecosistema, con particularidades de contexto pero también puntos comunes. Compartimos y nos nutrimos de historias de fracasos aparentes, de observaciones sobre la sostenibilidad de actitudes colaborativas y de experimentación, y del potencial que aportan los diferentes tipos de laboratorios a la transformación democrática.
Con este punto de partida, creamos luego prototipos de laboratorios. Algunos de ellos pusieron su foco en las condiciones necesarias para un diseño basado en la sustentabilidad y la democracia, otros en asegurar la inclusión en las distintas etapas, en la vinculación con la academia, o bien se enfocaron en implementaciones en contextos geográficos y temáticos concretos.
Finalizamos con diálogos que no sólo analizaron el conocimiento surgido desde los prototipos sino también del proceso personal y colectivo a lo largo del laboratorio. La innovación democrática y sustentable es un proceso lúdico, que no se encuentra aislado de factores externos (y complejos) que impactan sobre sus formas y desafíos y que involucra a una diversidad de agentes. Estos agentes, a su vez, tienen coraje, flexibilidad y no apartan la vista del «elefante en la habitación».
[author] [author_image timthumb=’on’][/author_image] [author_info]Por: Matías Bianchi. Director de Asuntos del Sur[/author_info] [/author]
Desde Catalunya hasta Chile, pasando por Inglaterra, Ecuador y Bolivia, amplios sectores sociales se han revelado, casi simultáneamente, dispuestos a tomar las calles. ¿Qué tienen en común situaciones tan disímiles tanto en su historia, la composición de sus fuerzas políticas, marcos institucionales y demandas sociales? La incapacidad del establishment político de actuar como articulador de debates sociales y de coordinar soluciones legítimas a demandas públicas.
En las democracias modernas, los dispositivos diseñados para llevar a cabo ese rol son los partidos políticos. A pesar de su mala fama, quizás nunca haya sido positiva, los partidos políticos están para ejercer de intermediación, entre ciudadanía y el poder político.
Además de seleccionar candidaturas y buscar ganar elecciones, también algunos cumplen el rol de interpelar intereses de diferentes sectores de la sociedad; de generar intersubjetividades sobre el mundo y sobre agendas sociales; de ejercer una pedagogía ciudadana digiriendo problemas complejos para hacerlos accesible al consumo de mayorías; y, no menor, el de organizar territorialmente a sectores sociales con ideas afines.
La realidad es que, crecientemente, una gran mayoría de los principales partidos políticos dominantes se han transformado meros canales electorales, dejando de lado otras funciones tan necesarias para el funcionamiento de la democracia. Claro, los incentivos apuntan en esa dirección – y no son nuevos- : la centralidad de los medios de comunicación para establecer agenda pública; el escandaloso encarecimiento de las campañas políticas que hacen a los dirigentes tomar dinero de sectores a los que luego les tienen que devolver favores; la creciente influencia de los poderes de facto que disminuye la autonomía relativa de los partidos; o la emergencia de agendas para las que los partidos simplemente no están preparados.
Es decir, los partidos políticos dominantes cada vez se alejan más de la ciudadanía, y se acercan, por debilidad o por decisión deliberada, a los poderes fácticos. Por ende, no es casual que los mismos se encuentren sistemáticamente en el fondo de la tabla de legitimidad entre instituciones públicas y que la ciudadanía sostenga que los políticos responden a sus propios intereses.
En el contexto actual de incertidumbre política global, de estancamiento de la economía global (y el consecuente caída de los precios de los commodities, clave para los países de América Latina), estas falencias se tornan mucho más notorias. Existen menos capacidades de contener y contrarrestar a discursos oportunistas como el Brexit o la independencia definitiva de Catalunya. Mayorías indígenas en Ecuador o sectores populares de Chile carecen de canales electorales legítimos que representen a sus intereses.
Aún el MAS boliviano, originalmente constituído por una plétora de organizaciones, cooperativas y partidos de base, fue con los años paulatinamente perdiendo capilaridad territorial y afianzando su fuerza en el control de los recursos del Estado.
No debería sorprendernos, por ende, que importantes sectores sociales no encuentran cómo canalizar institucionalmente su descontento frente a medidas impopulares como la humillación judicial de los líderes en cataluña, o la negación a incorporar la agenda de la emergencia climática en Inglaterra, o cómo resistirse a las draconianas medidas neoliberales en Chile y Ecuador, o la desprolijidad del conteo de votos en Bolivia. Es decir, los partidos políticos se han mostrado ausentes en su función “bisagra” que les proponía Duverger.
Esta desconexión, me permito hipotetizar, nos ayuda a explicar porqué los ciudadanos eligen las calles para salir a manifestarse. Del otro lado de moneda, los líderes políticos, frente a la falta de vasos conectores con estos sectores sociales, parecieran desconectados de las demandas territoriales, ignorando completamente importantes demandas sociales.
Es más, cuando la sociedad sale a la calle, han respondido con desconcierto de la peor manera: estados de excepción, represión, y algunos con una violencia y crueldad inusitada. Ya nos decía Max Weber, cuando se carece de la capacidad de crear consensos, solo queda la coacción.
Es curioso notar cómo Argentina no ha tenido una experiencia similar, por ahora, a pesar de tener una situación económica muy difícil y un deterioro social dramático. Por un lado, el gobierno no ha descuidado a los más pobres, multiplicando planes sociales que buscan contenerlos. Y por el otro, a que la oposición peronista se reorganizó, proponiendo una alternativa electoral contundente, interpelando y logrando incorporar a organizaciones de base, sindicatos, cámaras empresariales, piqueteros, y estudiantes descontentos con las medidas del gobierno actual.
Quizás los partidos políticos, y el modelo democrático representativo, diseñados para un mundo pasado, sean anacrónicos y tengamos que ponernos a pensar y construir nuevos mecanismos de articulación entre estado y sociedad. Sin embargo, como sabemos, en política es más fácil destruir que construir nuevas alternativas. Por ahora, me conformo con que trabajemos en (re) construir a los modelos actuales de partidos políticos para que puedan ser instrumentos de diálogo social, generación de consensos y representación de todos los sectores de la sociedad. No debería ser difícil crear incentivos inversos a los actuales a partir de cambios drásticos en el financiamiento de la política, mejor regulación de medios de comunicación y redes sociales, y la apertura a la ciudadanía para participar y decidir sobre políticas públicas.
Seguramente éste no es el único desafío de las democracias actuales, pero, por algún lado hay que empezar. Y no hacer nada, la historia del siglo XX nos ha enseñado, puede tener un costo demasiado alto.
Licenciada en Ciencia Política (Universidad de Buenos Aires, Argentina), Magíster en Derechos Humanos y Democratización en América Latina y el Caribe por la Universidad Nacional de San Martín (Universidad Nacional de San Martín, Argentina) y maestranda en Ciencia Política (Universidad Torcuato Di Tella, Argentina). Me desempeño como investigadora en el Observatorio Electoral de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, docente universitaria y consultora independiente. Miembro de la Red de Politólogas #NoSinMujeres. Líneas de investigación: participación política de las mujeres y diversidades, gobernanza electoral y nuevas tecnologías para la participación política.
Mi nombre es Bruno, soy de Rio Cuarto, Córdoba. Me desempeño laboralmente como desarrollador web, especializado en Wordpress y Javascript. Actualmente estoy estudiando PHP y React. Me gusta mucho viajar y andar en bici 😁
Migrante colombiana viviendo en Buenos Aires hace más de 6 años. Estudié Ciencias Políticas y estoy realizando mi tesis de Maestría en Intervención Social. Investigo y trabajo en políticas urbanas, especialmente en barrios populares, me gusta pensar y hacer talleres participativos y disfruto mucho el trabajo en equipo. Practico y oriento prácticas de vinyasa yoga y amo bailar salsa.
Lic. En Comunicación Social (UBA). Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digital (Universidad Rey Juan Carlos y Media Lab Prado, Madrid) especialista en procesos de innovación democrática, gobierno abierto y comunicación política, con más de 10 años de experiencia en investigación, diseño y ejecución de políticas de gobierno abierto y estrategias de comunicación política.
Actualmente, está estudiando Relaciones Internacionales. Le gusta entrenar, leer y adora aprender cosas nuevas. Su estación favorita del año es el invierno y le gustan los dulces y postres.
Vive en San Martín (Buenos Aires) y tiene 21 años. Es estudiante de la Lic. en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín y se encuentra realizando su trabajo de tesis sobre el modelo de desarrollo sostenible que presenta y defiende el Acuerdo de Escazú, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se suma a Asuntos del Sur motivada por adquirir conocimientos sobre cómo se lleva a cabo un proyecto a nivel regional y conocer sus dinámicas.
Maia tiene 22 años y es franco-argentina. Es ex estudiante de cine y actual estudiante de Ciencia política en la UNSAM. Amante de la fotografía. Dedica su tiempo libre a entrenarse para correr carreras.
Vive en Reconquista, Santa Fe, pero es originario de Buenos Aires. Tiene 25 años y es estudiante de la Licenciatura en Periodismo en la Universidad Siglo 21. También estudió Programación en la UTN.
Estudiante avanzada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín. Se encuentra cursando las últimas materias de la carrera y redactando la Tesis de Investigación. Se confiesa muy emocionada de ser parte de Asuntos del Sur para experimentar este nuevo desafío.
Artista y gestora cultural. Magíster en Mediación Cultural (Universidad Nouvelle Sorbonne Paris 3). Doctoranda en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó como asesora de despacho de la Gobernación de Nariño y de la Alcaldía de Cartagena, Colombia, en la implementación de procesos de innovación pública.
Magíster en Ciencia Política por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y Licenciada en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ha trabajado como consultora e investigadora para organismos internacionales, gubernamentales nacionales y Think Tanks nacionales e internacionales.
Politólogo de la Universidad de Buenos Aires, Máster en Mercados e Instituciones del Sistema Global y PhD en Políticas e Instituciones de la Università Cattolica del Sacro Cuore di Milano (Italia). Activista por los derechos de las personas LGTBI y docente de postgrado en la Universidad de Lanús (Argentina) y en la Alta Escuela de Economía y Relaciones Internacionales (Italia). Sus áreas de especialización son la integración regional latinoamericana, la geopolítica energética y las políticas públicas con enfoque de derechos.
Peruana, Coach Ontológico Profesional con especialización en educación emocional y estudiante del último año de la carrera de Relaciones del Trabajo – UBA. Trabaja como coach facilitando capacitaciones para emprendedores y negocios. Como pasatiempo, disfruta leer, hacer yoga y trekking y viajar.
Argentino, politólogo (UBA) e investigador en cuestiones de género y seguridad (ILSED). Amante de los viajes, los idiomas y el intercambio cultural.
Oriunda de Río Negro. Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín, con tesina en proceso. Además, participa en asociaciones civiles de base comunitaria. En su tiempo libre, juega para uno de los equipos deportivos de la UNSAM.
Estudiante de Relaciones Internacionales en la UNSAM y Coordinadora General en Soft Power, un think tank de relaciones internacionales. Interesada por las cuestiones relativas a la vinculación entre el género y el libre comercio
Estudiante de Relaciones Internacionales en la UNSAM. Le interesan las cuestiones de género y desplazamiento forzado. Como pasatiempo, la literatura y el cine.
Estudia Ciencias Políticas (UNSAM) con tesina en proceso. En paralelo, estudia Relaciones Internacionales en la misma casa de estudios. Además, trabaja en la Fundación Metropolitana haciendo desarrollo institucional y contenidos y escribe informes sobre Ambiente en Politeia.arg. Como hobbie, dedica tiempo a danza jazz y comedia musical desde hace varios años, como también a talleres de lectura sobre diferentes temáticas.
Nació y creció en Bogotá (Colombia). En 2011 emigró a Argentina para continuar sus estudios. Actualmente, está cursando la Licenciatura de Relaciones Internacionales.
Es estudiante de Ciencias Políticas y Profesorado Universitario en Ciencia Política (UNSAM). Disfruta mucho viajar y le gusta leer, cocinar y hacer deporte.
Licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales con una Maestría en Comunicación Política (Austral). Fue Directora Nacional de Relaciones Institucionales del Ministerio de Salud de la Nación y se especializó en el Ceremonial y Protocolo. Ama el running y viajar.
Actualmente cursando la Tecnicatura en Administración de Gestión y PyMEs y la licenciatura en Comercio Internacional. Atleta trans, fanática del ciclismo y activista de la inclusión deportiva.
Finalizando la Licenciatura en Comunicación Social con orientación en opinión pública y publicidad en la UBA. Becaria de la Nueva Escuela de Diseño y Comunicación. Se encuentra vinculada con las ONG desde el 2017.
Licenciada en Comunicación Social, experiencia de trabajo en OSC y en el Estado en temática de políticas públicas enfocadas en hábitat. Especializada en el diseño de metodologías participativas, facilitación de talleres, coordinación de grupos y acompañamiento en los procesos de diseño e implementación de proyectos. Docente de teatro en nivel secundario y actriz.
Lic. en Ciencia Política (UCA). Trabajó en el sector privado para diferentes multinacionales, en Escuelas de Negocio y tiene, además, experiencia en la función pública. Es docente universitario y secundario.
Jennifer Cyr es profesora asociada e investigadora de ciencias políticas y de los estudios latinoamericanos en la Universidad de Arizona. Además de estudiar la representación política y la democratización en América Latina, escribe sobre los métodos cualitativos y mixtos y el uso de los grupos focales en las ciencias sociales.
Directora de Arte e Ilustradora independiente. Artista autogestiva. Miembro activo de MEP (Mujeres en Publicidad), un colectivo de mujeres en busca de una industria publicitaria con perspectiva de género. www.jotaschneider.com
Lic. en Relaciones Públicas y Cs. de la Comunicación. Comunicadora en Bachillerato Popular Travesti Trans Mocha Celis. Activista por los DDHH LGBTIQ+. Transfeminista.
Politóloga por la UCB de La Paz con especialización en Gestión Equitativa por la USMP, Lima. Diplomada en IAP y Educación Superior. Trabaja en investigación, derechos políticos de las mujeres, paridad y alternancia, prevención de violencia contra las mujeres y presupuestos sensibles al género.
Dentro del tercer sector desarrolló todo tipo de tareas, profesionalizándose en la gestión humana y de comunidades de personas. Trabajó en temas relacionados a la educación, los derechos civiles y la responsabilidad social empresaria. Estudia idiomas y turismo para poder seguir relacionándose con personas de todo el mundo.
Licenciada en Comercialización. Ha prestado sus servicios como asistente de gestión académica del Programa Colegio de las Américas – COLAM de la Organización Universitaria Interamericana – OUI. Apoyo a los procesos de convocatoria, registro de estudiantes, monitoreo de inscripciones y pagos, coordinación del proceso de certificación y diplomación y producción de informes administrativos.
Periodista de Medellín, Colombia y estudiante de la Maestría en Comunicación y Criminología de la Universidad Nacional de La Plata. Trabaja en temas relacionados con la memoria histórica, la violencia y los derechos humanos. Participa en procesos de periodismo ciudadano por la memoria, así como en investigaciones sobre el mismo tema. Ha sido docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia.
Licenciada en Relaciones Internacionales (UCC); Técnica en Responsabilidad y Gestión Social (Universidad Siglo 21); Especialista en Políticas Públicas para la Igualdad en América Latina (CLACSO y FLACSO Brasil) y Magíster en Derechos Humanos y Políticas Públicas (UNED España). Se desempeña en los ámbitos de la cooperación internacional, el desarrollo institucional y la docencia.
Argentina. Lic. en Relaciones Internacionales (Universidad Católica de Córdoba). Maestranda en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano (Universidad Nacional de Córdoba). Con experiencia en la coordinación y facilitación de talleres presenciales en América Latina, en tutorías de programas de formación virtual, y en el diseño de metodologías y la creación de plataformas colaborativas.
Licenciada en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires, con una maestría en curso de Ciencia Política por la Universidad Torcuato Di Tella. Su trabajo se concentra en los derechos reproductivos de las mujeres y la participación ciudadana.
Abogada experta en violencia de género por la Comisión Nacional de Justicia de Género de Venezuela – TSJ y Magíster en Docencia para Educación Superior, Diplomada en Innovación Política, Derechos Humanos y Procesal Penal. Trabajó en el Poder Judicial en la competencia de Delitos de Violencia contra la Mujer en el Estado Zulia, Venezuela. Embajadora de Venezolanas Globales en Argentina; forma parte de la Red de Mujeres de Amnistía Internacional Venezuela y de la Red Feminista del Estado Zulia.
Licenciado en Ciencia Política de la UBA, con un amplio recorrido en comunicación digital y campañas políticas. Con formación en diseño audiovisual por su vocación para contar historias. Colaborador de la Federación Internacional de Racquetball.
Licenciada en Administración Gubernamental y Políticas Públicas por la Universidad de Guadalajara con especialización en temas de participación ciudadana, innovación política y combate a la corrupción. Actualmente es Maestrante en Politicas Públicas con enfoque en Gobiernos Locales y Rendición de Cuentas. Especialista en estrategias y herramientas de incidencia y construcción de Redes por EQUIS- Justicia para mujeres, Alternativas y Capacidades y la GIZ -Agencia del Gobierno Federal Alemán y en Contraloría Social y Sistemas Anticorrupción por el Colegio de Jalisco y el Comité de Participación Social de Estado de Jalisco.
Licenciada en Ciencia política por la Universidad de Buenos Aires. Magister en Administración Pública por la facultad de Ciencias Económicas de la UBA y Especialista en Educación y nuevas tecnologías por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Se desempeña hace más de 10 años en la educación en línea en diferentes organizaciones de la región.
Licenciada en Relaciones Internacionales (Universidad de San Andrés) y Mg. en Relaciones Internacionales Europa – América Latina (Universidad de Bolonia). Realiza una Maestría en Ciencias Sociales de Internet en Oxford Internet Institute (Universidad de Oxford). Especializada en innovación política y gobernanza de internet.
Politóloga por la Universidad Pompeu Fabra, especializada en género y juventudes. Máster Interuniversitario en Juventud y Sociedad, Universidad de Girona. Maestría en Administración Pública de la Universidad de Buenos Aires (en proceso de elaboración de tesis). Forma parte de la Red de Politólogas. Sus intereses de investigación se focalizan en los temas de género, juventudes y participación política.
Coordinadora de Gobernanza, Estado y Gestión del Observatorio de Políticas Públicas y Docente investigadora de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). Asesora de organismos públicos nacionales y subnacionales. Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad del Salvador (Argentina) y especialista en Cooperación Internacional por la Universidad Nacional de San Martín (Argentina).
Coordina el programa de Innovación Pública 360 y es Digital Integrity Fellow del Open Tech Fund. Msc en Desarrollo Internacional (Universidad de Bristol). Fue investigador en tecnologías para la Vicepresidencia de Bolivia, PNUD y Fundación UNIR Bolivia. Ex becario Chevening.
Licenciada en Ciencia Política de la UBA, especializada en dirección y gestión de organizaciones sociales en UdeSA y docente en la UBA de la materia “el rol de las organizaciones de la sociedad civil en políticas públicas”.
Politólogo de la Universidad de Buenos Aires, MSc en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Oxford, MPA y PhD en Ciencias Políticas del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po). Trabajó en el Woodrow Wilson Center, el Centro de Desarrollo de la OCDE y dirigió el Instituto Federal de Gobierno en Argentina. También es docente universitario e investiga sobre democracia, economía política y tecnopolítica.
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