Ecuador: el derecho a la protesta como sinónimo de zanganería

[author] [author_image timthumb=’on’]https://asuntosdelsur.org/wp-content/uploads/2019/10/patricia-moreno.jpg[/author_image] [author_info]Autora: Patricia Moreno, comunicadora social[/author_info] [/author]

(Foto: Redes sociales)

La noche del 1 de octubre, el Presidente Lenín Moreno anunció la entrada en vigencia de nuevas medidas económicas y laborales para lxs ecuatorianxs. La decisión presidencial incluye la liberación de los precios de la gasolina y el diésel, la reducción de los días de vacación para los empleados públicos, así como nuevas modalidades de contrato por período determinado y reajustes a la jubilación patronal. A la par, se anunció la eliminación y reducción del impuesto a la renta e impuestos para la importación de maquinaria industrial y bienes tecnológicos, entre otros puntos de índole tributaria.

Desde el día siguiente hasta el viernes 04 de octubre, ciudadanxs no agrupadxs y organizaciones civiles autoconvocadas han ocupado las calles a lo largo del país exigiendo la derogatoria de las medidas. La movilización social inició con marchas hacia el centro histórico y la paralización del servicio de transporte público. A la protesta se unieron estudiantes de las universidades públicas y cientos de personas que denuncian la precarización de la vida y la injerencia del Fondo Monetario Internacional en la política nacional.

Luego de las primeras horas de movilización, Moreno dispuso el Estado de excepción, medida que habilita el empleo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, así como y la limitación del derecho a la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito y asociación.  Esto, mientras manifestantes y medios independientes denunciaban detenciones a estudiantes, violencia física hacia reporteros y fotógrafos y fuerte represión en los alrededores del Palacio de Carondelet, sede presidencial.

La zanganería

En lo que va de la protesta, un joven quiteño perdió el ojo derecho a causa del impacto de una bomba lacrimógena y se ha elevado el número de heridos y detenciones a nivel nacional. En medio de la inconformidad social, medios corporativos y prensa escrita tradicional han emprendido una campaña de desprestigio contra indígenas, estudiantes, padres y madres de familia que se han ido sumando al paro nacional. En línea con el discurso oficial que acusa de vándalos a quienes ejercen el derecho a la protesta, la tarde del viernes 4 de octubre, el Presidente Moreno ratificó que no cambiará la eliminación del subsidio al combustible y que “se acabó la zanganería”, refiriéndose de manera despectiva hacia quienes se han movilizado a lo largo del país.

Al cierre de esta nota, la expresión presidencial ha sido resignificada por quienes apoyan el paro y el hashtag #YoTambiénSoyZángano ya ocupa las redes sociales y las paredes de distintas ciudades. Asimismo, activistas informan que la fuerza policial impide que familiares y abogadxs de las personas detenidas puedan realizar su labor de defensa, y se conoce de manera oficial que la asociación de transportistas ha declinado de la paralización del servicio, hecho que deja en duda bajo qué parámetro se toma la decisión pues no se ha transparentado el acuerdo.

Ante este panorama, se mantiene la preocupación por el alza de los pasajes, por el encarecimiento de la vida y por la represión y desaparición de manifestantes. Si la movilización continúa -y para que el horizonte de una vida digna no se pierda-, que “lxs zánganos” seamos más.