Luego de décadas de discusiones académicas, de luchas políticas, de confrontaciones tecnocráticas, retóricas y económicas –nacionales e internacionales-, es posible decir que el concepto de participación en América Latina es un derecho ganado. Desde el restablecimiento ‘definitivo’ de las democracias latinoamericanas -década de los 80-, queda claro que hay, en la participación social, política o ciudadana, un elemento fundamental a promover, a fortalecer. Sin embargo, existe hoy todavía una gran distancia entre “lo dicho” y “lo hecho”.
Los procesos de participación ciudadana y los espacios de construcción colaborativa se han puesto de moda, está dicho y explicitado en casi la mayoría de las intenciones de los gobiernos y misiones de organismos y organizaciones. Sin embargo, sigue resultando un desafío el cómo llevarlo a cabo, como plasmar en la acción esta perspectiva participativa y colaborativa. Existen en Latinoamérica innumerables experiencias pero que no han logrado todavía encarnarse como prácticas en lo cotidiano.
Es muy frecuente encontrarse con abordajes que entienden a la participación simplemente como medio para informar o validar alguna decisión ya tomada. Una participación no convencida, que es más requisito que intención. Por eso es necesario entender la participación no sólo como un método de consulta, sino como un encuentro de conocimientos entre todes, donde se reconoce y acepta al otre para permitir una construcción conjunta e integración de las necesidades jerarquizadas por la población que participa. Es en este punto donde, como Asuntos del Sur, entendemos la necesidad e importancia de diseñar e implementar metodologías que faciliten y fortalezcan el carácter participativo de las acciones que se deseen realizar.
El qué de la participación está claro, ahora bien, el cómo, sigue siendo un desafío y, en este caso, el fin sí justifica los medios. Es necesario transitar procesos diseñados y pensados específicamente para lograr llegar a esa participación que deseamos y es por esta razón que las metodologías cobran tanta importancia.
Nuestra tarea como organización en articulación con los gobiernos u otras organizaciones está vinculada a diseñar ese cómo. Un ejemplo claro de esta acción es el Proyecto de Innovación Pública 360 que busca incidir en la transformación del modelo de gestión pública de gobiernos subnacionales de Latinoamérica, a través de la innovación política. Desde lo metodológico, damos apoyo en la provisión de herramientas de facilitación de espacios de cocreación de políticas públicas para fortalecer la priorización de la ciudadanía como centro de la gestión. Partimos siempre de la mirada subjetiva de quien participa para luego invitar a la creación y definición de posibles acciones y soluciones.
Pensamos el cómo de manera innovadora e inclusiva, diseñando metodologías ágiles que hagan accesible la participación. Además, toda acción tiene como objetivo transferir capacidades, no es únicamente guiar el proceso sino, también, dejar capacidades instaladas en aquellas personas o poblaciones que se ven alcanzadas por el proceso de participación. Introducimos nuevas herramientas tecnológicas para ampliar el alcance de la participación ciudadana, sobre todo en este contexto de pandemia donde el encuentro presencial (principal mecanismo de participación) no es posible.
Estamos en un contexto favorable para diseñar acciones y políticas de manera participativa. Ya lo sabemos, ya estamos convencides de eso. El próximo desafío es seguir profundizando el cómo para lograr aterrizar lo que deseamos y hacer nuestro accionar cada vez más colectivo, participativo y disruptivo.
Autora: Mercedes Gregorini Analista en Coordinación Metodológica
Será imposible borrar de nuestra memoria los meses de encierro por cuenta del aislamiento preventivo obligatorio al que nos llevó la crisis sanitaria surgida por el COVID-19.
En las grandes ciudades, aquellas personas y familias que contaban con mayor acceso fueron quienes, entre otras garantías, tuvieron la posibilidad de tener cerca ambientes naturales, sin necesidad de salir de sus casas o propiedades. El sol y los espacios verdes se vieron como un privilegio.
Para otros y otras la realidad fue distinta. Disfrutar de áreas públicas parquizadas o agrestes, con arbolado y suelo absorbente, ya era algo escaso antes y lo fue más durante el encierro. En ciudades como Buenos Aires, donde la estadística oficial dice que hay, en promedio, 6 m2 de espacio verde por habitante —4 m2 menos de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)— el acceso a parques, plazoletas, plazas y paseos públicos se volvió una añoranza.
Es común que las comunidades empobrecidas vivan en sectores y barrios donde los espacios verdes no abundan ni son de calidad, espacios hacinados que aportan mayores factores de riesgo de exposición a diversas enfermedades. Si estas familias tuvieran espacios verdes, su calidad de vida mejoraría enormemente. Por lo tanto, también hablamos de justicia social, de la imperiosa necesidad de reducir las desigualdades socioeconómicas, que también son desigualdades en salud.
Esta necesidad es incuestionable y una problemática ambiental de primer orden para las ciudades, tomando además relevancia desde el punto de vista sanitario. Ya la OMS ha advertido en varias ocasiones que el 88% de los habitantes de zonas urbanas están expuestos a unos niveles de contaminación del aire exterior superiores a lo recomendable, teniendo esto un efecto directo en las enfermedades no transmisibles. Ahora que, en contexto de pandemia, hablamos mucho más de aquellas que son transmisibles, los espacios abiertos de calidad son nuestros mejores aliados.
Es por ello que cobran más relevancia iniciativas ciudadanas en defensa del ambiente y que buscan incrementar los espacios verdes públicos. Una de ellas es la Ley Marco de Espacios Verdes Públicos para la Ciudad de Buenos Aires (Proyecto de Ley N° 703-P-2021), impulsada desde el proyecto Partícipes de Asuntos del Sur, y cocreada por un grupo de organizaciones y colectivos de la sociedad civil. El interés de este proyecto de ley es que existan acciones concretas y medibles para recuperar áreas costeras, garantizar la integridad de parques, reservas ecológicas, plazas y plazoletas.
La actual es la última generación que tiene la oportunidad de reconstruir la relación con la naturaleza antes de llegar a un punto irreversible. Por ello, este año, además, es importante apoyar la iniciativa #GeneraciónRestauración, que marcará el inicio del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.
Pero el cambio no depende únicamente de sembrar más árboles y garantizar más y mejores zonas verdes. Los sectores de la energía y el transporte en las ciudades son especialmente importantes, a medida que crece la urbanización, y contribuyen enormemente al cambio climático. Es por ello que deben ser llamados a hacer parte del compromiso con la solución.
Cambio estructural
En la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), en Glasgow, se presentaron diversos planes de acción climática para las ciudades globales. Pero la aplicación de los mismos está sujeta a un cambio estructural de las formas de producir, transportar y moverse entendiendo que el crecimiento permanente, en las condiciones actuales, no es posible en un planeta finito.
Lo propuso el politólogo Matías Bianchi, durante su exposición en la Maratón ComPol 2021 que se desarrolla en Cipolletti. El también profesor de la Universidad de Arizona llamó a “promover una nueva forma de gobernar, para reconstruir los lazos de legitimidad de las democracias liberales”.
El politólogo Matías Bianchi llamó a “promover una nueva forma de gobernar y construir una hoja de ruta hacia una nueva gobernanza democrática, para reconstituir los lazos de legitimidad de las democracias liberales”. Para ello dijo “es necesario poner la inteligencia colectiva en el centro de la toma de decisiones” pues “estamos en una sociedad en transformación y la infraestructura que tenemos para gobernar, está diseñada para otro momento” histórico, afirmó.
Durante su exposición en la Novena Edición de la Maratón ComPol 2021 que se realiza en la Ciudad de Cipolletti, Rio Negro, titulada «Inteligencia colectiva para gobernar» Bianchi enfatizó “tenemos que innovar en política, porque ella “está aquí para ofrecer bienes públicos y transformar lo que tenemos que transformar” y si bien calificó como muy necesaria la incorporación de tecnología e Inteligencia Artificial al proceso de toma de decisiones públicas, consideró que ella “No es neutra, tiene sesgos” por eso “Los algoritmos y las plataformas, tienen que ser una discusión de la democracia”.
El también profesor de la Universidad de Arizona opinó que “estamos viviendo problemas híper complejos y enmarañados, wicked problems, que tienen efectos sistémicos en nuestras sociedades. La pandemia, el cambio climático, las crisis humanitarias producto de migraciones forzadas, el tráfico ilegal de estupefacientes, etc son desafíos que tienen características de complejidad e interrelación muy similares y que conectan desde niveles multilaterales hasta lo más comunitario” postuló el especialista.
“Vemos protestas en todo el mundo y los datos indican que nuestros líderes, están en los niveles más bajos de legitimidad, lo que nos muestra los desafíos que tenemos enfrente. Estamos ante transformaciones estructurales, y cambios profundos en la forma en la que nos organizamos como sociedad, en nuestras relaciones económicas, de comunicación, en nuestros vínculos humanos” definió.
Bianchi que además encabeza el centro de pensamientoAsuntos del Sur, sostuvo “Estamos ante fenómenos políticos para los que no estábamos preparados cuando se diseñaron nuestras instituciones” y comparó nuestra actualidad, con los procesos que vivió el mundo, durante la ruptura del medioevo.
Maratón Compol 2021. Matías Bianchi
Citando al filósofo y político ingles Thomas Hobbes, el académico hizo referencia a su obra Leviathána la que definió como “una respuesta filosófica ante la transformación de una sociedad que salía del feudalismo y tenía que replantearse como se estructuraba ante una organización socioeconómica diferente: la emergencia del capitalismo, la propiedad privada y una nueva clase social como la burguesía”.
“Nos enfrentamos a problemas estructuralmente diferentes» expkicó. «Estamos viendo un capitalismo depredador que genera riqueza, pero al mismo tiempo niveles de desigualdad enormes, nunca antes vistos y no lo digo yo lo dice Thomas Piketty. Un capitalismo liderado por datos e información, plantea Shoshana Zuboff, una sociedad crecientemente líquida como señala Bauman (Zygmunt), que se organiza cada vez más en redes como dice Castells (Manuel) con poderes distribuidos. Una sociedad en transformación” cuya infraestructura de gobierno “está diseñada para otro momento” reseñó.
“Estados fiscalmente más débiles, como señalan OCDE y CEPAL. Por eso la crisis de los partidos políticos. Porque el poder ya no está ahí, ni en el Estado. Las empresas top ten en el mundo –graficó- tienen una capitalización bursátil más grande que Argentina, un país G20. Entonces surge el desafió ¿cómo volvemos a generar un pacto?”.
“Definitivamente tenemos que innovar. Joseph Schumpeter quien propuso el paradigma que se utiliza en innovación económica, decía que ella es el modo de supervivencia del capitalismo, que se reinventa con una mecánica de destrucción creativa: al surgir Netflix destruye lo que tiene enfrente, recuerden Blockbuster por ejemplo” afirmó.
“En política no nos podemos dar este lujo. La innovación política es ontológica, funcionalmente diferente y su objetivo es ampliar los derechos de la ciudadanía. Lograr que la gente viva mejor, en un pacto sostenible con el medioambiente y un modo de funcionamiento negociado, ese es el rol de la política” deslizó.
“Desgraciadamente –continuó- los paradigmas que tenemos en innovación pública responden al modelo shumpeteriano. El 75% de las iniciativas de la alianza global Gobierno Abierto por ejemplo, tienen que ver con transparencia y apertura de datos, peroByung-Chul Han nos alerta en su libro La sociedad de la transparencia, que ese es un concepto anti político. Un viejo prejuicio del liberalismo, que enfrenta a una política mala y sucia, con una sociedad civil y un sector privado virtuoso y la realidad es que la política está aquí para ofrecer bienes públicos, para transformar lo que tenemos que transformar. No está mal ser transparente, pero tiene que ser una condición del ejercicio, no un fin en sí mismo” puntualizó Bianchi.
“Ciudades inteligentes –reveló- es un modelo que ha sido dominado exclusivamente por la revolución tecnológica, donde el mercado propone su mirada y soluciones tecnológicas ante problemas de trasporte, procesos administrativos, etc. que vienen en paquetes cerrados” sin ”preguntar ¿qué ciudad queremos vivir? ¿cómo la queremos construir? o que rol tiene nuestro entorno y comunidad en todo este proceso”.
“Como dice Han -soltó- la Inteligencia Artificial no es más que una acumulación de correlaciones, una mirada continua, permanente, ampliada y bien informada sobre datos y comportamientos. Pero es apática. Le falta alma, concepto y lo que amalgama las diferentes partes de una unidad: el conocimiento, el saber, que es analógico. En definitiva le falta política” por eso “proponemos poner la inteligencia colectiva en el centro del escenario y de la toma de decisiones”.
“Pierre Lévy –citó- dice que la inteligencia colectiva se apoya en que nadie sabe todo, pero todos sabemos un poco. Y lo vimos con la pandemia y el cambio climático: todos tenemos algo para decir y aportar. Ningún gobierno, institución o empresa, puede dar respuesta solitariamente a los problemas y desafíos que tenemos enfrente. Tenemos que tomar decisiones en base a la participación y el escrutinio de nuestra sociedad” planteó.
“En un artículo muy reciente que escribimos junto a unos colegas en el Journal of politics in Latin America” indicó “medimos los niveles de colaboración que tienen los distintos gobiernos en las Américas, para dar respuestas políticas concertadas a la pandemia y vimos que los gobiernos que buscaron mayor colaboración, son los que tuvieron menos muertes por millón de habitantes. Eso no hace pensar en ¿cómo se construyen consensos?”.
“Desde Asuntos del Sur -enunció- proponemos un modelo de inteligencia colectiva para el sector público, basado en cuatro elementos. El primero es comprender. Convocar a la ciudadanía para reflexionar sobre la complejidad y generar evidencia. Necesitamos estados inteligentes, que generen datos e información que muestren donde estamos parados y hacia dónde queremos ir”.
“Segundo hay que generar capacidades. Antonio Gramsci nos había alertado que para que una revolución sea exitosa, necesita ser una revolución cultural. Si queremos que el vínculo entre estado y sociedad sea diferente, necesitamos formar otro animal político, uno que trabaje con otras herramientas y metodologías” ilustró.
“El tercer punto –avanzó- es la incorporación de las tecnologías, porque nos ofrecen un exponencial único dada la cantidad de cosas que se pueden procesar y de personas que pueden participar a bajo costo y rápidamente”.
“Finalmente –concluyó Bianchi- hacen falta nuevos desarrollos metodológicos, trabajar de manera diferente. En definitiva, se trata de promover una nueva forma de gobernar y comenzar a construir, porque todo esto es muy incipiente, una hoja de ruta hacia una nueva gobernanza democrática, para reconstruir los lazos de legitimidad, el gran desafío actual de las democracias liberales”.
Latinoamérica es enorme, muchas veces inabordable por sus múltiples especificidades, culturas e idiomas. Sin embargo, también nos unen las similitudes. Desigualdad, precarización laboral, violencia, exclusión.
Los últimos dos años han sido duros para la región, atravesada por procesos de inestabilidad institucional, económica y sanitaria. Según el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2021), desde el comienzo de la pandemia la tasa de pobreza regional aumentó un 33%, mientras que la tasa extrema de pobreza se incrementó un 12%. La crisis, según CEPAL, afectó en mayor medida a las mujeres, los jóvenes, y los sectores informales.
En este marco de mayor desigualdad, violencia y menos oportunidades para las mujeres, las voluntades organizadas desde los feminismos representan una oportunidad de cambio. Ante un sistema que obstaculiza la participación de las mujeres en la política y las precariza, creemos que el activismo y la incidencia en el sector público tienen un gran poder para transformar esa realidad y convertirse en una herramienta emancipatoria que nos permita combatir y superar las situaciones de violencia.
Desde Asuntos del Sur, identificamos a las voluntades organizadas desde los feminismos como parte del concepto “innovaciones políticas”: aquellas “prácticas, intervenciones, dispositivos tecnológicos y/o regulaciones que permiten solucionar problemas públicos, favoreciendo la ampliación de derechos y la calidad de vida de las personas”, (Bianchi, 2017:35), con el objetivo de transformarlas “en una práctica social generalizada” (Bianchi, 2017: 33). La característica diferencial de las innovaciones políticas es que no responden a prácticas inmanentes de la política tradicional sino que se estructuran horizontalmente y poseen esquemas de acción distribuidos.
Los movimientos de mujeres y movimientos feministas, que vienen ganando terreno en los últimos años en latinoamérica, obedecen a estas cuestiones. Se enmarcan en una lógica interseccional e interrelacionada: existen múltiples asociaciones y movimientos representativos de distintas culturas, clases y dimensiones geográficas. Feminismos barriales, urbanos, rurales, originarios, académicos, institucionales, de los movimientos trans y travesti, del feminismo lésbico, estudiantes, trabajadoras, migrantes.
Esta confluencia de los feminismos ha impulsado grandes hitos en la región: el Paro Internacional de Mujeres que se viene dando hace 5 años cada 8 de Marzo; el movimiento de mujeres “Ele Não” en Brasíl, en resistencia a Bolsonaro en 2018; la sanción de la Ley de
Interrupción Voluntaria del Embarazo en Argentina en el 2020; la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en México en 2021; y la aprobación, en la Cámara de Diputados de Chile, de la despenalización del aborto, entre otros. Estos hitos hubieran parecido imposibles 20 años atrás y están atravesados por el protagonismo de las mujeres reivindicando la política en las calles.
Ante estos sucesos, creemos que existe una gran oportunidad para empoderar liderazgos y establecer lazos entre distintos feminismos de latinoamérica para pensar en red qué agendas, estrategias y narrativas fueron exitosas en el logro de cada uno de estos hitos. Por eso, desde Asuntos del Sur, lanzamos el Diplomado en Innovación Política Feminista, un espacio que busca reunir a lideresas latinoamericanas para la co – creación de estrategias conjuntas y el fortalecimiento de su capacidad de incidencia.
150 mujeres líderes de 18 países del sur global fortalecerán sus capacidades de liderazgo a través de herramientas, mecanismos de trabajo y colaboración entre las distintas colectivas, especialmente, las históricamente invisibilizadas. Se llevarán a cabo aquelarres virtuales e instancias de diálogo, donde se intercambiarán experiencias y estrategias concretas para la ampliación de derechos, buscando señalar los asuntos urgentes para convertirlos en lucha.
Este proyecto apuesta a la mejora de nuestras democracias, a través de la formación de los liderazgos de la región, en clave interseccional. Creemos firmemente que el camino son los feminismos que tengan en cuenta las identidades diversas y las relaciones de poder, entendiendo que la representatividad es la única manera de lograr democracias más plurales y justas.
Es por esto que, desde Asuntos del Sur, impulsamos la Innovación Política Feminista potenciando la conformación de redes y la colaboración entre la diversidad de activistas, militantes y funcionarias feministas de latinoamérica, bajo la certeza de que, trabajando unidas, somos capaces de consolidar el principal motor de transformación.
Autora: Rocío Díaz Practicante en Relaciones Institucionales de Asuntos del Sur
El COVID-19 nos ha demostrado que esta pandemia es un reto global con profundas repercusiones en una multiplicidad de dimensiones de la sociedad y su solución requiere de prácticas políticas que promuevan la colaboración.
Una de las incógnitas que más está presente a la hora de hablar de innovación en procesos participativos es ¿cómo generar espacios efectivos de cocreación?.
Y es que las plataformas que gestionan efectivamente la inteligencia colectiva están reemplazando a las formas tradicionales de participación ciudadana, utilizando tecnologías libres y teniendo en cuenta la cuádruple hélice de la innovación: Estado, ciudadanía, instituciones y sector privado.
Para lograrlo, necesitamos explorar y generar mejores herramientas, instrumentos y metodologías, que guíen la co-construcción y faciliten la generación de redes de colaboración. Por ello, en Asuntos del Sur creamos el área de diseño metodológico y laboratorios de innovación, con las siguientes consignas:
Diseñar y poner en marcha laboratorios de innovación
Evaluar y sistematizar experiencias de forma colaborativa y participativa
Generar soluciones metodológicas y cajas de herramientas
Modelar soluciones tecnológicas para procesos participativos
Aplicar la ciencia de datos, y diseño de modelos estadísticos para la toma de decisiones
Facilitar espacios participativos y de cocreación, presenciales y virtuales
Formar equipos de facilitación
Con estos objetivos, acompañamos varios procesos regionales, que a pequeña y gran escala están implementando la innovación desde el sector público y las organizaciones de la sociedad civil.
Laboratorio de Innovación Urbana Integral (Bolivia)
De la mano del Viceministerio de Vivienda y Urbanismo, Helvetas y el acompañamiento técnico de ONU Hábitat, diseñamos y desarrollamos un laboratorio que operativiza la implementación de la Política Nacional de Desarrollo Integral de Ciudades en Bolivia – PNDIC.
El Laboratorio de Innovación Urbana Integral se encargará de identificar problemáticas, proponer soluciones, a partir de prototipos escalables, y acompañar la planificación del desarrollo urbano, a partir de insumos técnicos, en relación a los niveles de intervención que tiene la PNDIC.
Acompañamiento metodológico en el Consejo Económico y Social (Argentina)
El Consejo Económico y Social (CES) es un espacio de participación ciudadana creado por la Presidencia de Argentina, con el objetivo de movilizar el debate informado y la búsqueda de consensos sobre prioridades estratégicas para el país.
Asuntos del Sur realiza un acompañamiento en facilitación y diseño metodológico de los espacios del CES, relacionados a la misión 1: Comunidad de cuidado y seguridad alimentaria y la misión 4: Ecología integral y desarrollo sustentable; propiciando el diálogo y guiando el logro de los objetivos, en los diferentes encuentros con los públicos estratégicos.
Programa Federal de Formación, CFI (Argentina)
Diseñamos la metodología de los talleres para la formulación y gestión de proyectos, que compone el módulo 2 del Programa Federal de Formación, brindado por el Consejo Federal de Inversiones en Argentina.
Este programa tiene la finalidad de brindar perspectivas actuales y herramientas modernas de gestión que permitan a los gestores y gestoras públicas de las provincias Chaco, Jujuy, La Rioja, La Pampa y San Juan dar respuestas concretas a los desafíos actuales.
Laboratorios proyecto Altavoz (Guatemala y El Salvador)
La segunda fase del proyecto Altavoz -de Asuntos del Sur, en colaboración con Instituto 25A, Azul Originario y Cristosal- busca delinear acciones en el marco del Nuevo Acuerdo Democrático (NAD), al tiempo que genera capacidades de incidencia de las juventudes para el impulso de compromisos puntuales entre jóvenes, autoridades y miembros de la sociedad civil.
Por medio de la creación de Laboratorios de Innovación Ciudadana en Guatemala y El Salvador, se delineará este plan de incidencia, en talleres para construir, analizar y proponer.
¿Cómo la participación ciudadana puede ayudar al desarrollo local? La confianza entre todos los actores de la sociedad podría ser una de las respuestas a esta pregunta.
Asuntos del Sur firmó un convenio con la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM) con el objeto de generar acciones de fortalecimiento en innovación gubernamental con los gobiernos autónomos municipales de Bolivia.
Desde Asuntos del Sur, y en alianza con Fundación Luminar, desarrollamos el Conversatorio “Las juventudes en Acción: ¿cómo lograr una participación efectiva?”.
El encuentro fue moderado por Tatiana Cárdenas, Coordinadora Metodológica de Asuntos del Sur y organizado dentro del marco del Curso de formación “Procesos Participativos: Políticas públicas co-creadas con la ciudadanía” con el fin de reflexionar sobre una temática social que nos interpela especialmente: cómo lograr la participación ciudadana efectiva de las juventudes. El mismo giró en torno a experiencias y reflexiones de la región latinoamericana y, en particular, de Argentina.
Tuvimos el privilegio de contar con un destacado panel de oradorxs que incluyó a Eugenia Catalfamo, Senadora Nacional por San Luis, Argentina, quien, recientemente, presentó el Proyecto de Ley Nacional de Juventudes en el Congreso . Además, nos acompañó, desde Bolivia, Canela Crespo, militante de Columna Sur; Romina Peralta, intendenta de la localidad de Renca (San Luis, Argentina) e Ignacio Lara, presidente de Asuntos del Sur.
A lo largo del encuentro, lxs panelistas reflexionaron sobre distintas problemáticas. Eugenia habló de la necesidad de una ley argentina de juventudes que “permita que el Estado otorgue y haga cumplir los derechos de las y los jóvenes y destine un presupuesto para concretar esta y otras políticas públicas que las y los prioricen”.
Por su parte, Canela Crespo, quien forma parte de colectivos feministas y activistas por los derechos de la Madre Tierra, hizo énfasis en la experiencia en torno a la participación política de las juventudes en Bolivia durante el Proceso de Cambio. A su vez, destacó que “las juventudes no son un conjunto homogéneo y debemos distinguir, por un lado, las interseccionalidades de género y clase que existen y, por el otro, las muchas cosas en común y lugares de encuentro que habitan entre ellos.”
Romina nos permitió conocer su trayectoria, experiencia y obstáculos como mujer joven que llega a participar en política y a ocupar un cargo público. “Desde mi experiencia como una de las intendentas más jóvenes en San Luis, además de ser mujer, viví cuestionamientos sobre si podría lograr mis tareas como mandataria”, afirmó la Intendenta.
Esto puso en evidencia el techo de cristal que existe para muchas mujeres que se desenvuelven en la política y las dificultades que deben atravesar por partida doble, siendo, además, jóvenes.
Finalmente, Ignacio Lara, quien se especializa en la integración latinoamericana, la geopolítica energética y las políticas públicas con enfoque de derechos, nos brindó una perspectiva de las juventudes a nivel regional, permitiéndonos entender con ejemplos concretos, plasmados en el libro “Remando Contracorriente”, la participación política de las juventudes en diferentes países de América Latina. “Las juventudes pueden realizar política sin necesariamente tener que alinearse a un partido político formal, de hecho, lo hacen todos los días”
El encuentro posibilitó compartir múltiples experiencias y reflexiones, con miradas regionales y locales. Desde proyectos de leyes nacionales hasta incentivos al involucramiento y movilización en las calles de las juventudes. Consideramos que espacios de discusión y reflexión de este tipo son cruciales para replantearnos los canales de participación y el rol de las juventudes en la sociedad. Renovamos el compromiso de seguir trabajando juntxs para consolidar espacios de interacción inclusivos, paritarios y participativos.
Investigadora asistente en CONICET, profesora en la Universidad Torcuato Di Tella y directora del Interdisciplinary Laboratory for Computational Social Science, de University of Maryland, en Argentina. Doctora en Ciencia Política (UTDT), MA en Social Research por Uneversity of Warwick, (becaria Chevening) y licenciada en Ciencia Política (UBA). Especialista en instituciones políticas, comportamiento legislativo y federalismo.
Abogada (UBA), con maestría en Políticas Públicas (UTDT) y MPA en Tecnologías Digitales y Policy (UCL, en curso). Vicepresidenta para América del Grupo Asesor de Desarrollo de Telecomunicaciones de la UIT y experta en el Grupo de Iniciativas de Capacitación del mismo organismo. Integra el Consejo Directivo de Internet Society Argentina desde 2020 y es docente de Derecho en la Universidad de Palermo.
Licenciada en Ciencia Política (Universidad de Buenos Aires, Argentina), Magíster en Derechos Humanos y Democratización en América Latina y el Caribe por la Universidad Nacional de San Martín (Universidad Nacional de San Martín, Argentina) y maestranda en Ciencia Política (Universidad Torcuato Di Tella, Argentina). Me desempeño como investigadora en el Observatorio Electoral de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, docente universitaria y consultora independiente. Miembro de la Red de Politólogas #NoSinMujeres. Líneas de investigación: participación política de las mujeres y diversidades, gobernanza electoral y nuevas tecnologías para la participación política.
Mi nombre es Bruno, soy de Rio Cuarto, Córdoba. Me desempeño laboralmente como desarrollador web, especializado en Wordpress y Javascript. Actualmente estoy estudiando PHP y React. Me gusta mucho viajar y andar en bici 😁
Migrante colombiana viviendo en Argentina. Licenciada en Ciencias Políticas con formación de Maestría en Intervención Social. Investiga y trabaja en políticas urbanas, especialmente en barrios populares. Diseña procesos participativos con enfoque interseccional.
Lic. En Comunicación Social (UBA). Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digital (Universidad Rey Juan Carlos y Media Lab Prado, Madrid) especialista en procesos de innovación democrática, gobierno abierto y comunicación política, con más de 10 años de experiencia en investigación, diseño y ejecución de políticas de gobierno abierto y estrategias de comunicación política.
Actualmente, está estudiando Relaciones Internacionales. Le gusta entrenar, leer y adora aprender cosas nuevas. Su estación favorita del año es el invierno y le gustan los dulces y postres.
Vive en San Martín (Buenos Aires) y tiene 21 años. Es estudiante de la Lic. en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín y se encuentra realizando su trabajo de tesis sobre el modelo de desarrollo sostenible que presenta y defiende el Acuerdo de Escazú, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se suma a Asuntos del Sur motivada por adquirir conocimientos sobre cómo se lleva a cabo un proyecto a nivel regional y conocer sus dinámicas.
Maia tiene 22 años y es franco-argentina. Es ex estudiante de cine y actual estudiante de Ciencia política en la UNSAM. Amante de la fotografía. Dedica su tiempo libre a entrenarse para correr carreras.
Vive en Reconquista, Santa Fe, pero es originario de Buenos Aires. Tiene 25 años y es estudiante de la Licenciatura en Periodismo en la Universidad Siglo 21. También estudió Programación en la UTN.
Estudiante avanzada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín. Se encuentra cursando las últimas materias de la carrera y redactando la Tesis de Investigación. Se confiesa muy emocionada de ser parte de Asuntos del Sur para experimentar este nuevo desafío.
Artista y gestora cultural. Magíster en Mediación Cultural (Universidad Nouvelle Sorbonne Paris 3). Doctoranda en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó como asesora de despacho de la Gobernación de Nariño y de la Alcaldía de Cartagena, Colombia, en la implementación de procesos de innovación pública.
Magíster en Ciencia Política por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y Licenciada en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ha trabajado como consultora e investigadora para organismos internacionales, gubernamentales nacionales y Think Tanks nacionales e internacionales.
Politólogo de la Universidad de Buenos Aires, Máster en Mercados e Instituciones del Sistema Global y PhD en Políticas e Instituciones de la Università Cattolica del Sacro Cuore di Milano (Italia). Activista por los derechos de las personas LGTBI y docente de postgrado en la Universidad de Lanús (Argentina) y en la Alta Escuela de Economía y Relaciones Internacionales (Italia). Sus áreas de especialización son la integración regional latinoamericana, la geopolítica energética y las políticas públicas con enfoque de derechos.
Peruana, Coach Ontológico Profesional con especialización en educación emocional y estudiante del último año de la carrera de Relaciones del Trabajo – UBA. Trabaja como coach facilitando capacitaciones para emprendedores y negocios. Como pasatiempo, disfruta leer, hacer yoga y trekking y viajar.
Argentino, politólogo (UBA) e investigador en cuestiones de género y seguridad (ILSED). Amante de los viajes, los idiomas y el intercambio cultural.
Oriunda de Río Negro. Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín, con tesina en proceso. Además, participa en asociaciones civiles de base comunitaria. En su tiempo libre, juega para uno de los equipos deportivos de la UNSAM.
Abogada. Derecho Internacional Público. Gestión de proyectos en temáticas de transparencia, acceso a información pública, participación ciudadana, integridad, fortalecimiento institucional, innovación y gobierno abierto.
Estudiante de Relaciones Internacionales en la UNSAM. Le interesan las cuestiones de género y desplazamiento forzado. Como pasatiempo, la literatura y el cine.
Estudia Ciencias Políticas (UNSAM) con tesina en proceso. En paralelo, estudia Relaciones Internacionales en la misma casa de estudios. Además, trabaja en la Fundación Metropolitana haciendo desarrollo institucional y contenidos y escribe informes sobre Ambiente en Politeia.arg. Como hobbie, dedica tiempo a danza jazz y comedia musical desde hace varios años, como también a talleres de lectura sobre diferentes temáticas.
Nació y creció en Bogotá (Colombia). En 2011 emigró a Argentina para continuar sus estudios. Actualmente, está cursando la Licenciatura de Relaciones Internacionales.
Es estudiante de Ciencias Políticas y Profesorado Universitario en Ciencia Política (UNSAM). Disfruta mucho viajar y le gusta leer, cocinar y hacer deporte.
Licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales con una Maestría en Comunicación Política (Austral). Fue Directora Nacional de Relaciones Institucionales del Ministerio de Salud de la Nación y se especializó en el Ceremonial y Protocolo. Ama el running y viajar.
Actualmente cursando la Tecnicatura en Administración de Gestión y PyMEs y la licenciatura en Comercio Internacional. Atleta trans, fanática del ciclismo y activista de la inclusión deportiva.
Licenciada en Comunicación Social con orientación en opinión pública y publicidad en la UBA. Becaria de la Nueva Escuela de Diseño y Comunicación. Se encuentra vinculada con las ONG desde el 2017. Consultora y especialista en herramientas digitales y Ecommerce & Marketing Digital.
Licenciada en Comunicación Social, experiencia de trabajo en OSC y en el Estado en temática de políticas públicas enfocadas en hábitat. Especializada en el diseño de metodologías participativas, facilitación de talleres, coordinación de grupos y acompañamiento en los procesos de diseño e implementación de proyectos. Docente de teatro en nivel secundario y actriz.
Lic. en Ciencia Política (UCA). Trabajó en el sector privado para diferentes multinacionales, en Escuelas de Negocio y tiene, además, experiencia en la función pública. Es docente universitario y secundario.
Jennifer Cyr es profesora asociada e investigadora de ciencias políticas y de los estudios latinoamericanos en la Universidad de Arizona. Además de estudiar la representación política y la democratización en América Latina, escribe sobre los métodos cualitativos y mixtos y el uso de los grupos focales en las ciencias sociales.
Directora de Arte e Ilustradora independiente. Artista autogestiva. Miembro activo de MEP (Mujeres en Publicidad), un colectivo de mujeres en busca de una industria publicitaria con perspectiva de género. www.jotaschneider.com
Lic. en Relaciones Públicas y Cs. de la Comunicación. Comunicadora en Bachillerato Popular Travesti Trans Mocha Celis. Activista por los DDHH LGBTIQ+. Transfeminista.
Politóloga por la UCB de La Paz con especialización en Gestión Equitativa por la USMP, Lima. Diplomada en IAP y Educación Superior. Trabaja en investigación, derechos políticos de las mujeres, paridad y alternancia, prevención de violencia contra las mujeres y presupuestos sensibles al género.
Dentro del tercer sector desarrolló todo tipo de tareas, profesionalizándose en la gestión humana y de comunidades de personas. Trabajó en temas relacionados a la educación, los derechos civiles y la responsabilidad social empresaria. Estudia idiomas y turismo para poder seguir relacionándose con personas de todo el mundo.
Licenciada en Comercialización. Ha prestado sus servicios como asistente de gestión académica del Programa Colegio de las Américas – COLAM de la Organización Universitaria Interamericana – OUI. Apoyo a los procesos de convocatoria, registro de estudiantes, monitoreo de inscripciones y pagos, coordinación del proceso de certificación y diplomación y producción de informes administrativos.
Periodista de Medellín, Colombia y estudiante de la Maestría en Comunicación y Criminología de la Universidad Nacional de La Plata. Trabaja en temas relacionados con la memoria histórica, la violencia y los derechos humanos. Participa en procesos de periodismo ciudadano por la memoria, así como en investigaciones sobre el mismo tema. Ha sido docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia.
Licenciada en Relaciones Internacionales (UCC); Técnica en Responsabilidad y Gestión Social (Universidad Siglo 21); Especialista en Políticas Públicas para la Igualdad en América Latina (CLACSO y FLACSO Brasil) y Magíster en Derechos Humanos y Políticas Públicas (UNED España). Se desempeña en los ámbitos de la cooperación internacional, el desarrollo institucional y la docencia.
Argentina. Lic. en Relaciones Internacionales (Universidad Católica de Córdoba). Maestranda en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano (Universidad Nacional de Córdoba). Con experiencia en la coordinación y facilitación de talleres presenciales en América Latina, en tutorías de programas de formación virtual, y en el diseño de metodologías y la creación de plataformas colaborativas.
Licenciada en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires, con una maestría en curso de Ciencia Política por la Universidad Torcuato Di Tella. Su trabajo se concentra en los derechos reproductivos de las mujeres y la participación ciudadana.
Abogada experta en violencia de género por la Comisión Nacional de Justicia de Género de Venezuela – TSJ y Magíster en Docencia para Educación Superior, Diplomada en Innovación Política, Derechos Humanos y Procesal Penal. Trabajó en el Poder Judicial en la competencia de Delitos de Violencia contra la Mujer en el Estado Zulia, Venezuela. Embajadora de Venezolanas Globales en Argentina; forma parte de la Red de Mujeres de Amnistía Internacional Venezuela y de la Red Feminista del Estado Zulia.
Licenciado en Ciencia Política de la UBA, con un amplio recorrido en comunicación digital y campañas políticas. Con formación en diseño audiovisual por su vocación para contar historias. Colaborador de la Federación Internacional de Racquetball.
Licenciada en Administración Gubernamental y Políticas Públicas por la Universidad de Guadalajara con especialización en temas de participación ciudadana, innovación política y combate a la corrupción. Actualmente es Maestrante en Politicas Públicas con enfoque en Gobiernos Locales y Rendición de Cuentas. Especialista en estrategias y herramientas de incidencia y construcción de Redes por EQUIS- Justicia para mujeres, Alternativas y Capacidades y la GIZ -Agencia del Gobierno Federal Alemán y en Contraloría Social y Sistemas Anticorrupción por el Colegio de Jalisco y el Comité de Participación Social de Estado de Jalisco.
Licenciada en Ciencia política por la Universidad de Buenos Aires. Magister en Administración Pública por la facultad de Ciencias Económicas de la UBA y Especialista en Educación y nuevas tecnologías por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Se desempeña hace más de 10 años en la educación en línea en diferentes organizaciones de la región.
Licenciada en Relaciones Internacionales (Universidad de San Andrés) y Mg. en Relaciones Internacionales Europa – América Latina (Universidad de Bolonia). Realiza una Maestría en Ciencias Sociales de Internet en Oxford Internet Institute (Universidad de Oxford). Especializada en innovación política y gobernanza de internet.
Politóloga por la Universidad Pompeu Fabra, especializada en género y juventudes. Máster Interuniversitario en Juventud y Sociedad, Universidad de Girona. Maestría en Administración Pública de la Universidad de Buenos Aires (en proceso de elaboración de tesis). Forma parte de la Red de Politólogas. Sus intereses de investigación se focalizan en los temas de género, juventudes y participación política.
Coordinadora de Gobernanza, Estado y Gestión del Observatorio de Políticas Públicas y Docente investigadora de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). Asesora de organismos públicos nacionales y subnacionales. Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad del Salvador (Argentina) y especialista en Cooperación Internacional por la Universidad Nacional de San Martín (Argentina).
Coordina el programa de Innovación Pública 360 y es Digital Integrity Fellow del Open Tech Fund. Msc en Desarrollo Internacional (Universidad de Bristol). Fue investigador en tecnologías para la Vicepresidencia de Bolivia, PNUD y Fundación UNIR Bolivia. Ex becario Chevening.
Licenciada en Ciencia Política de la UBA, especializada en dirección y gestión de organizaciones sociales en UdeSA y docente en la UBA de la materia “el rol de las organizaciones de la sociedad civil en políticas públicas”.
Politólogo de la Universidad de Buenos Aires, MSc en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Oxford, MPA y PhD en Ciencias Políticas del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po). Trabajó en el Woodrow Wilson Center, el Centro de Desarrollo de la OCDE y dirigió el Instituto Federal de Gobierno en Argentina. También es docente universitario e investiga sobre democracia, economía política y tecnopolítica.
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Por innovaciones políticas nos referimos
Al desarrollo de prácticas, intervenciones, dispositivos tecnológicos y/o regulaciones que permitan solucionar problemas públicos. Las innovaciones, entendemos, deben tener dos condiciones necesarias:
La primera es que deben buscar transformarse en una práctica social y política generalizada, es decir, deben buscar tener un impacto político.
La segunda es que deben favorecer a la ampliación de derechos y de calidad de vida de las personas. Entendida de este modo, la innovación política apunta a la construcción de sociedades abiertas, gobernadas por comunes, por lo que se requieren acciones que distribuyan el poder. Es por ello que, desde Asuntos del Sur, priorizamos las innovaciones centradas en la construcción de sociedades más paritarias, inclusivas y participativas.