Manual de Sexting | SISA
En tiempos de cuarentena, por primera vez, el mundo virtual va a reemplazar completamente el abrazo cuerpo a cuerpo y debemos estar preparadas para ello; una alternativa a lo tangible es el sexting.
El sexting es, sin lugar a dudas, una manifestación moderna de amor y un ejercicio sano, satisfactorio y pleno de nuestra sexualidad que nos invita a utilizar nuestro cuerpo como arena política del placer y del deseo compartido, dejándonos hacer acuerdos bilaterales basados en satisfacción y consenso a través del cual, además, aprendemos a habitar internet como espacio público.
Nos resulta necesario empoderar a la diversidad de mujeres para la apropiación de las tecnologías. Nos quisieron hacer creer por mucho tiempo que las mujeres no tenemos permiso, la realidad es que no hemos sido socializadas para experimentar ni sentir placer, control o poder. Pero en este camino de culpa, hemos buscado y construido alternativas y uno de nuestros mayores logros ha sido: aprender a habitar las tecnologías y el placer como derecho, pero todavía tenemos miedo. Las mujeres en Internet sufrimos violencias diferenciadas solo por el hecho de serlo: una de ellas es la sextorsión y la difusión no consentida de contenido sexual, lo cual se encuadra en violencias digitales.
Se puede entender como violencias digitales contra mujeres aquellas violencias basadas en las diferencias de género pero mediada, y o potenciada, a través de las tecnologías de la información y comunicación (APC, 2015). Éstas operan bajo estereotipos de género recurrentes, basados en posiciones tales como: las mujeres no deberían opinar o participar en la deliberación pública, no deberían usar la tecnología -ya que esta es “cosa de hombres”-, o son ellas las que provocan a los hombres a través de sus fotos y comportamientos (Vela & Smith, 2016). Este tipo de violencia, entonces, se basa en descalificativos hacia mujeres en base a su apariencia física y condición de género y normalmente buscan degradarlas en su función social (Karisma, 2016).
Esta tipología de violencia suscita un nuevo interés debido a que la forma de experimentarla es nueva y sus riesgos son más latentes y próximos a las mujeres, debido a las posibilidades que brinda la tecnología y las redes sociales en cuanto a viralización de contenido y facilidad de reproducción. Pero si algo hemos aprendido las mujeres, es que si vamos a hacer las cosas, tenemos que hacerlas bien y una manera de contribuir a ello es fomentar el autocuidado feminista. Para esto, te dejamos este manual de sexting en 5 pasos para evitar violencias digitales.
Georgia Rothe
Proyecto SISA
Descárgalo en versión acá: Manual de Sexting pdf.
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