O presente trabalho visa contribuir para um debate sobre o que vem se passando com a democracia no Brasil neste momento de enfrentamento da pandemia provocada pela Covid-19. Buscamos apresentar dados sobre os impactos da pandemia no país, as principais medidas sociais e econômicas implementadas pelo governo e como tais medidas impactam os grupos historicamente vulnerabilizados.
En este artículo se ofrece una reflexión de lo que ha sido el desarrollo de la pandemia asociada al Covid-19 en Colombia, y la forma en que este ha afectado de manera diferencial a la población afrodescendiente de la región del Pacífco y Caribe colombiano. Se describe que el impacto del Covid-19 debe ser analizado en perspectiva interseccional, ya que la clase, el género, la “raza” son dimensiones que, analizadas en conjunto, nos permiten ver que las poblaciones afrodescendientes están mucho más desprotegidas frente a la pandemia, las violencias y la estigmatización sobre sus cuerpos, vidas y territorios.
Ante la complejidad de las desigualdades y el creciente presidencialismo en algunos países de la región -que no solo ha golpeado la democracia sino que ha afectado el sistema de protección, ya precarizado-, proponemos una Renta Básica Universal como condición necesaria, pero no sufciente, para paliar la crisis. La redistribución de la riqueza requiere del fortalecimiento de sistemas de protección público y solidario, que se descentren las alternativas a la crisis de las perspectivas monetaristas, y se propenda para que la libertad, la autorrealización y la emancipación sean una condición para desactivar la pobreza y la desigualdad.
Este ensayo propone como salida la convergencia de los actuales mecanismos subregionales de integración, un nuevo modelo social de Estado que signifique inclusión real, el aumento de la competitividad agregando valor a través de nuevos encadenamientos productivos y el fortalecimiento de la democracia. La pandemia de Covid-19 mostró el cuadro dramático de las carencias estructurales de la región para enfrentar en su inmediato futuro.
La democracia continúa siendo una cuenta pendiente en América Latina. La pandemia causada por el coronavirus constituyó el marco de acrecentamiento de discursos violentos, de reforzamiento del brazo represivo de algunos Estados contra fuerzas opositoras, pero también la revalorización de lo estatal y la visibilización de agendas que ya no pueden ser desatendidas. Este artículo se propone tomar como punto de partida esta situación de inflexión para repensar qué estatalidades debemos construir en la región, así como sentidos comunes que favorezcan la profundización de las democracias priorizando el lugar de la ciudadanía por sobre las individualidades.
El presente trabajo analiza el impacto del Covid-19 en la sociedad y política mexicana como contexto de las nuevas formas de participación de las/los jóvenes en México. Para tal efecto, aborda las respuestas civiles a la implementación de la estrategia de mitigación de la pandemia como parte de los realineamientos políticos y la polarización sociopolítica del país.
Desde esta perspectiva, interroga acerca de las estrategias utilizadas por las/los jóvenes durante el confinamiento consideradas como respuestas a la incertidumbre, el miedo y el repliegue familiar que comparten con la población. Las formas de participación juvenil son visibles sobre todo en las redes sociales, aunque se reproducen de forma transversal y micropolítica en las diferentes prácticas mediante las cuales los actores sociales y políticos se preparan para las elecciones intermedias del próximo año.
La transformación digital de la sociedad es un fenómeno cultural que está cambiando prácticas en todo el mundo. Ante estos cambios, la gestión pública enfrenta el desafío de hacer que su relación con la ciudadanía sea más simple y eficiente, ofreciendo mejores servicios. La poca confianza depositada en las instituciones públicas, como fenómeno presente en América Latina, pone en riesgo la democracia y puede ser contrarrestada con un Estado digital inteligente y participativo. La aplicación de tecnologías disruptivas como blockchain, big data e inteligencia artificial puede ser una aliada para un mejor desempeño del Estado en la región, proporcionando un aumento en la calidad de vida de las poblaciones y una mayor inclusión en las políticas públicas. El artículo enumera los impactos tangibles de la digitalización de la gestión pública, proporciona algunos ejemplos concretos y señala desafíos para América Latina. También apunta posibilidades de aplicación de las nuevas tecnologías, brindando ejemplos de quienes ya las están utilizando y algunos estándares que deben observarse para garantizar el derecho a la privacidad y mitigar los efectos potencialmente perversos generados por un proceso de digitalización acrítico.
La desinformación en internet ha sido objeto de preocupación y acción por parte de múltiples actores. Si bien al principio las medidas fueron más bien orientadas a capacitar y colaborar en la detección de noticias falsas, cada vez son más las medidas cuya implementación supone censura, bloqueos, controles y persecución. Este artículo analiza críticamente algunas de las medidas adoptadas por el Estado, las empresas de internet y los medios de comunicación en estos años y plantea algunas incógnitas pendientes en la búsqueda de soluciones.
La seguridad ha sido el tema más importante para la mayoría de los latinoamericanos durante las últimas tres décadas y posiblemente jugará un rol principal en el periodo post Covid-19. Frente a esta prioridad ciudadana, las respuestas a la diversificación de la criminalidad y el aumento de las violencias han sido monocordes. No han evidenciado un debate o distinción entre gobiernos de derecha o izquierda, y las propuestas llamadas “progresistas de seguridad” terminan siendo utilizadas durante las campañas electorales para posteriormente ser abandonadas. Es hora de cambiar de eje interpretativo. El presente informe propone una provocación: la necesidad de repolitizar el debate de la seguridad, reconocer la necesidad de políticas progresistas de seguridad que se alejen del castigo y el discurso punitivo. Este cambio tiene como primer escalón la profesionalización de civiles en los partidos políticos, movimientos sociales y organizaciones gubernamentales que puedan diseñar e implementar estas iniciativas.
La migración ha sido una constante en la historia de los países de América Latina y el Caribe, bien sea porque estos han servido de países receptores o como países de origen. En tiempos recientes, sin embargo, este fenómeno que, comparativamente, no representa transformaciones importantes en la demografía de los países, ha llamado la atención de líderes políticos, ciudadanía y el resto de los actores sociales. El presente trabajo busca, en primer lugar, responder a la pregunta de ¿cómo la migración puede fortalecer a los países receptores y generar oportunidades para tener democracias más robustas? Por otro lado, sobre el análisis de los principales retos, busca identificar mecanismos y prácticas innovadoras de acogida a migrantes y refugiados que se están implementando con el impulso de actores de gobierno, comunidades de acogida o por los propios migrantes y refugiados.