¿Las mujeres gobiernan mejor ante la crisis?
Por qué los países con mejores resultados ante el COVID19 son gobernados por mujeres
La pandemia por coronavirus puede ser una de las más grandes pruebas de liderazgo político que el mundo haya presenciado. Todos los líderes y lideresas, se enfrentan a la misma amenaza potencial y están reaccionando de manera diferente, en su propio estilo. Entre los mejores países que han afrontado la pandemia por el coronavirus se destacan: Noruega, Alemania, Nueva Zelanda, Finlandia, Dinamarca, Islandia y Taiwán.
¿Qué tienen en común estos países? Inicialmente, todos tomaron políticas públicas similares: la creación de políticas de aislamiento apenas empezó la propagación del virus, el cierre de fronteras de manera preventiva, las estrategias sanitarias para la detección temprana de casos, el seguimiento riguroso durante las fases tanto de respuesta como de recuperación; identificación de los peligros, vulnerabilidades y capacidad de abordaje estatal de los riesgos; el buen uso de las nuevas tecnologías para la difusión de conocimientos sobre los riesgos en las emergencias junto a una educación sanitaria, y la transparencia en la toma de decisiones. Ah, y todos son países liderados por mujeres.
Esta fuerte correlación amerita un análisis de causalidad: ¿qué distingue a las mujeres gobernantes de los hombres que gobiernan? y ¿por qué fueron precisamente mujeres quienes tomaron esas medidas? Podría decirse que es casualidad, pero hay razones para creer que estas mujeres gobernantes en realidad lideraron a sus diversos países de manera diferente frente a sus pares hombres.
Una investigación del MIT, proporciona fuerte evidencia que refiere a que la identidad de género de quien ejerce el poder influye en las políticas públicas. Los datos de la investigación señalan que las mujeres electas para liderar invierten más en los bienes públicos. Esto incluye gastos recurrentes y de capital provenientes del sector público destinados a la prestación de servicios de salud, actividades de planificación familiar, de nutrición y a la asistencia de emergencias para la salud; asuntos públicos estrechamente vinculados a las preocupaciones más relevantes para las mujeres por sus obstáculos históricos en el acceso a los mismos.
Lo anterior se corresponde con las cifras que indican que los países liderados por mujeres forman parte de los gobiernos con mayor presupuesto público de salud per cápita. Y, ante la pandemia por coronavirus, se ve cómo efectivamente son estos países liderados por mujeres (Noruega, Alemania, Nueva Zelanda, Finlandia, Dinamarca, Islandia y Taiwán), los que han tenido mejor respuesta ante la crisis sanitaria, no solo para aplanar la curva, sino para eliminarla.
Cónsono con esto, Flavia Bustreo, Subdirectora General de Salud de la Familia, la Mujer y el Niño de la OMS, afirma que la participación social, política y económica de las mujeres está estrechamente asociada con mejores resultados sanitarios. Por ejemplo, donde gobiernan mujeres, hay menos muertes. Esto lo corrobora una investigación basada en datos de las oficinas electorales provinciales de Canadá, en la cual se descubrió que a medida que el porcentaje promedio de mujeres en el gobierno ha aumentado históricamente, las tasas de mortalidad total han disminuido en un 37.5 por ciento (de 8.85 a 5.53 muertes por 1000 personas).
Åsa Regnér, Directora Ejecutiva (A) ONU Mujeres, señala que esto sucede porque cuando las mujeres lideran y participan en la toma de decisiones, cambian las prioridades y la forma en que se destinan los recursos. Entonces, ¿en realidad las mujeres gobiernan mejor? La respuesta no es tan simple como sí o no. Según diversas investigaciones, si bien los hombres y las mujeres son igualmente efectivos, se concluye que las mujeres son, en algunos sentidos, mejores líderes que los hombres; esto se puede adjudicar a la vinculación y la responsabilidad con la que las mujeres asumen las agendas sociales y a la prioridad que dan a atender agendas de salud, frente a los hombres, quienes como prioridad atienden la agenda económica. Sin embargo, las mujeres sufren la desventaja de que los roles de liderazgo tienen una imagen masculina, especialmente en algunos entornos y en niveles superiores.
Lo que sí es seguro es que los países que están viendo mejores resultados frente a la crisis, son los que vienen implementando la paridad como principio en sus democracias. Por lo que estos datos parecen sugerir que cuando las condiciones políticas permiten que las mujeres lideren, se fomentan procesos de innovación política que contribuyen al bienestar colectivo. Por lo tanto, la información indica que seguir impulsando la inclusión y participación en todos los niveles de gobierno, no es sólo cuestión de corrección política, también es cuestión de mejores resultados.
Georgia Rothe – @georgiarothe
Analista Proyecto SISA – Mujeres Activando
Asuntos del Sur