Paraguay, el país del nunca jamás
[author] [author_image timthumb=’on’]https://asuntosdelsur.org/wp-admin/upload.php?item=4245[/author_image] [author_info]Alejandra Grange (Paraguay) Psicóloga comunitaria, escritora y activista travesti. [/author_info] [/author]
En Paraguay se avanza un paso y automáticamente se retrocede a la época de la dictadura de Stroessner. Últimamente se sintió muy fuerte el retroceso político y social que vivimos. Para dar contexto el 30 de septiembre celebramos el orgullo TLGBI porque fue la fecha en que sale el primer manifestó defendiendo a la comunidad en épocas de la dictadura (1959). Esta celebración se realizó en varias partes del país pero la que más llamo la atención fue la de Hernandarias.
¿Por qué?
Por los grupos fundamentalistas religiosos y anti derechos que fueron a violentar de forma física y verbal. Apedrearon, insultaron y hasta trataron de matar a quienes estaban en la manifestación que desde el primer momento fue pacífica y festiva. Aquí la indignación es selectiva y esa situación no conmovió a nadie más que a la misma comunidad TLGBI y unos pocos aliades de la lucha.
Para más contexto, en Paraguay no tenemos ley contra toda forma de discriminación y al parecer esa ley pertenece a la frase NUNCA JAMÁS pero así también como ocurrió eso tuvimos un momento de gloria y alegría porque por primera vez fue condenado un travesticida. Siendo un hecho histórico porque en lo que va del periodo democrático donde existen 61 casos de asesinatos a personas trans es el primero que va a juicio y es condenado.
Es un logro, pero eso ya no nos devuelve a la compañera Romina Vargas que nos fue arrebata por la Transfobia a la cual enfrentamos todos los días y en diferentes formas, sin acceder a educación, salud e identidad; cosas mínimas como acceder a un baño público siguen siendo privilegios a los que no podemos acceder.
En estos días, con una compañera fuimos echadas de forma muy violenta de un espacio público por el simple hecho de usar el baño, donde pudimos percibir lo deshumanizadas y criminalizadas que seguimos siendo y si vamos por lo más complejo en plano de accesos no se puede pensar aún en cupo laboral trans. Siendo más específica, en Paraguay, la comunidad trans es la más vulnerada, somos parte de los cuerpos que no importan. No tenemos ley de identidad de género, estar aquí es como firmar un contrato de deshumanización y tenemos que vivir como habitantes que mendigan por las calles un mínimo de acceso.
Actualmente, en Paraguay estamos a 30 años del inicio de la democracia pero esa democracia aún no llega para las trans y travestis. La democracia es cisgénero, blanca y de clase alta pero por sobre todo es PATRIARCAL. Las travestis y trans existimos y resistimos y nunca más van a gozar de nuestro SILENCIO.
¡¡¡¡Furia travesti!!!!