Este policy paper evidencia cómo se han pronunciado las vulnerabilidades para la población afrocolombiana en el contexto de pandemia, caracterizado además por un recrudecimiento de la violencia. Frente a esta situación, son las propias comunidades las que han tenido que proponer soluciones al truncamiento de sus proyectos de vida. Asimismo, se hace un llamado de atención sobre la necesidad de priorizar un enfoque diferencial en el manejo de la crisis.
El trabajo analiza los principales desafíos de gobernanza que surgieron en cuatro municipios del Conurbano bonaerense en Argentina: San Martín, Tres de Febrero, Avellaneda y Quilmes. Además, se identifican en ellos instancias de gobernanza colaborativa multinivel, horizontal y público-privada.
Guatemala se encuentra en su punto más decisivo con una mayoría de habitantes en edad productiva. A pesar de ello, la respuesta del gobierno a la emergencia covid-19 no identificó a las juventudes como grupo prioritario, aun cuando se evidenció una mayor vulneración y retroceso respecto al resguardo de sus derechos y salud integral.
Bolivia hace frente a la COVID-19, en un contexto de pugnas partidarias, manejo poco planificado y débil coordinación entre los distintos niveles del Estado. Impulsando una economía extractivista en detrimento del sector informal al que pertenece el 70% de la población.
La falta de capacidades del Estado mexicano provocó la desintegración de políticas, instrumentos e iniciativas ciudadanas locales surgidas para atender la pandemia. El Estado debe responder a la crisis por la pandemia a través de la construcción colectiva de respuestas interinstitucionales que privilegien los derechos de los más vulnerables.
El documento analiza el nexo político-sanitario frente a la pandemia del covid-19 en Chile. Se muestra que la pandemia puso en evidencia la falta de gobernanza del sistema político chileno, con decisiones altamente centralizadas, sin participación y colaboración amplia, y con limitado abordaje de los diversos grupos considerados vulnerables.
Hacia una convergencia del multilateralismo en América Latina en tiempos pandémicos.
La pandemia de la covid-19 irrumpió en medio de un (des)orden internacional. Lamentablemente, en América Latina no se produjo una acción concertada en respuesta a las amenazas de la pandemia. Estas amenazas ponen de manifiesto la necesidad de renovar o dar impulso a otro estilo de gobernanza multilateral, colaborativa, que implique la participación de distintos niveles en su interior, así como también de distinto tipo de actores. Una gobernanza 3M: multilateral, multinivel y multiactoral.