Guatemala: Mujeres diversas activando
El 24 y 25 de septiembre se llevó a cabo el taller de incidencia: Diversidad de mujeres Activando organizado por Asuntos del Sur en articulación con el colectivo Las Poderosas-Teatro en Ciudad de Guatemala con el apoyo de ONU Mujeres y el Centro Cultural de España en Guatemala (CCE). Este taller se desarrolló en el marco del Proyecto SISA, que tiene como objetivo fortalecer la incidencia política de lideresas jóvenes en contextos de violencias de género cotidianas en cuatro países de la región Ecuador, Paraguay, Argentina y Guatemala.
¿Por qué Guatemala?
Guatemala es uno de los países más diversos de la región: multiétnico, multilingüe y pluricultural, por lo que representa el paradigma sobre el que se sostiene el proyecto SISA, es decir, la intersección entre género, etnias y lenguas, afrodescendencia, ruralidad/urbanidad, sumado a situaciones económicas de vulnerabilidad y pobreza.
En este taller tuvimos la presencia de 44 lideresas provenientes de: Sacatepéquez, Antigua (departamento de Sacatepéquez), Escuintla, Comalapa (departamento de Chimaltenango), Totonicapán, distintos municipios y comunidades del departamento de Sololá (Nahualá, San Lucas Tolimán, Panajachel, San Marcos La Laguna, San Andrés Semetabaj) y de diferentes municipios y aldeas del departamento de Guatemala, así como de la capital.
Asimismo, de la diversidad de mujeres que participaron, en su mayoría se trataba de jóvenes, provenientes tanto de áreas rurales como urbanas. Entre ellas, estuvieron presentes mujeres indígenas de distintas comunidades (kaqchikel, quiché, mam), que prevalecientemente se reconocen como pueblos mayas. También formaron parte de la actividad mujeres con discapacidad; mujeres que se autoidentifican como mestizas; una mujer trans y una mujer afro-creole de ascendencia jamaiquina. Guatemala es un país donde todavía es necesario el reconocimiento oficial de la población afrodescendiente en su diversidad; si bien desde los Acuerdos de Paz se reconoce las personas garífunas como pueblo indígena, no existe reconocimiento de población afro, mestiza y creole, encontrándose esta última subalternizada (1).
¿Qué trabajamos en Ciudad de Guatemala?
Desde la sororidad, construimos un espacio de diálogo y reflexión para compartir nuestras prácticas y activismos políticos, cuestionando la construcción histórica, social y cultural de relaciones de poder desiguales de la diversidad de mujeres versus su pares varones. Desde esta lógica, se construyó un espacio de empatía y solidaridad entre nosotras.
El espacio de trabajo se abrió con un ritual maya simbólico, invocando las energías del universo y el cosmos. Según el calendario maya, los días del taller eran para expresar lo que sentimos (onda de la luna), poniendo en palabras nuestras emociones y la energía del tejido. Luego, hicimos unos ejercicios de teatro para sentirnos en un ambiente de confianza y conocernos entre nosotras.
Trabajamos mediante la metodología del “árbol de la sororidad” en las barreras para el activismo y la incidencia política de las mujeres en sus respectivas comunidades; así como en las estrategias de dichas organizaciones para sortear los obstáculos ya identificados. Finalmente, focalizamos en acciones concretas que, en sororidad, cada una de las presentes se comprometió a llevar a cabo para ser agentes de cambios en sus propias comunidades.
En sintonía con los relatos, emociones, energías y las actividades por hacer que fuimos identificando, el taller tuvo un emotivo cierre, en el que Chumilkaj Curruchiche Nicho -del Movimiento Ixkot de Mujeres de Comalapa- compartió su música en lengua kaqchikel fusionada con el rap de Gabriela Alessandra Lemus Rodríguez -de la Red de Mujeres Ixchel. Ambas reivindicaron, mediante sus canciones, los saberes y prácticas de nuestras ancestras, cuyos propios cuerpos fueron puestos a disposición de los varones en el contexto del colonialismo y el despojo. En este clima, se generó un ambiente de empatía muy fuerte entre nosotras y de una gran sensibilidad por todo lo que se había tratado, así como de mucha fuerza para encarar -cada una desde su lugar, pero con la energía de estar juntas- los desafíos por delante.
En el contexto político convulso que vive Guatemala sumado a las violencias de género cotidianas contra las mujeres (desde los feminicidios, violencias físicas y sexuales, psicológicas y simbólicas hasta las económicas/patrimoniales), la lucha frente a la intersección del racismo, la discriminación y la invisibilización de las mujeres sigue siendo un trabajo titánico que llevan a cabo las organizaciones de mujeres en todo el país. El caso más reciente es el femicidio de Juana Ramírez Santiago de la Red de Mujeres Ixiles en Nebaj (Quiché), que formaba parte de las organizaciones invitadas al taller.
En este sentido, reclamamos por la defensa de los derechos humanos de la diversidad de mujeres, así como la importancia de que la riqueza de esta interculturalidad debiera estar reflejada en el reconocimiento de los valores, prácticas, saberes espirituales y filosóficos de las mujeres de las distintas comunidades.
En esta dirección, desde Asuntos del Sur, siguiendo el camino de las metas que nos propusimos con el Proyecto SISA, nos comprometimos a seguir acompañando la articulación del potente grupo de trabajo surgido de este taller junto a Las Poderosas-Teatro. De esta forma, continuaremos facilitando el proceso de fortalecimiento de estos liderazgos, en modo que la diversidad de mujeres que participó se erija como multiplicadoras de esta construcción sorora.
Notas: (1) El concepto de subalterno permite poner el foco en los aspectos subjetivos de la subordinación en un contexto de hegemonía, es decir, la mención a los grupos subalternizados refiere a la cuestión de identidades hegemónicas e identidades subalternas; bajo la supuesta inclusión en el imaginario de “todos” como forma de expulsar sujetos de la ciudadanía implícitamente.