Democracia participativa en América Latina: avances y desafíos
El pasado jueves 31 de octubre, en el marco del Ciclo de diálogos: La democracia que queremos, se llevó a cabo el encuentro “Democracia Participativa en América Latina: Avances y Desafíos”. Este evento, organizado por el equipo de Innovación Pública 360 de Asuntos del Sur y acompañado por People Powered y Ciudadanía Inteligente, tuvo como fin principal compartir experiencias y aprendizajes para impulsar el fortalecimiento democrático. Asimismo, se dio espacio para la discusión y reflexión en torno a los retos comunes a la hora de impulsar procesos participativos e identificar posibles líneas de acción en pos del robustecimiento democrático.
Por un lado, de la mano de Greta Ríos, Co-directora Ejecutiva de People Powered; se presentó el informe “Estudio de casos sobre prácticas exitosas de democracia participativa en América Latina”, realizado junto con la Fundación Ciudadanía Inteligente. Allí, la experta hizo énfasis en los beneficios que presenta la democracia participativa, ya que es una poderosa herramienta para nivelar la desigualdad, garantizar la igualdad de voces, y distribuir recursos y servicios de manera equitativa. Asimismo, señaló que a través de las democracias representativas se privilegian las voces de una élite minoritaria; las cuales profundizan la polarización, la desconfianza en el gobierno y el escepticismo respecto de la democracia misma. En cambio, bajo modelos de democracia participativa se puede aumentar la comprensión y la confianza en los Estados, inspirar el aprendizaje y liderazgo cívico, como también dirigir recursos a las comunidades con mayores necesidades. Por último, bajo la ejemplificación de distintos casos, desarrolló los modelos comunes de aplicación:
- Presupuesto participativo: Implementado por Brasil a partir de 1989; mediante el cual se les permite a los ciudadanos decidir directamente como gastar una parte del presupuesto público.
- Formulación de políticas participativas: Allí los residentes proponen, debaten y votan nuevas políticas y cambios en estas, a través de plataformas y reuniones en línea.
- Jurados y asambleas de ciudadanos: Mediante el gobierno se convoca a una muestra representativa y seleccionada al azar de la comunidad para conocer un tema de política e identificar soluciones. Para la obtención de una resolución final, el jurado o la asamblea deben reunirse, aprender de los expertos y luego emitir una decisión, declaración o recomendación.
- Teatro legislativo: Se originó en Brasil en 1992, y se utiliza este modelo para identificar, desarrollar y promulgar nuevas legislaciones.
Por el otro, a través de Sofia Santamarina, investigadora del equipo de Asuntos del Sur, se expuso la investigación: “Innovación social multiactoral para enfrentar los desafíos sociales de América Latina y El Caribe”. Su punto de inicio fue describir la situación de la región latinoamericana y caribeña post-pandemia, la cual se encuentra en una situación crítica de exacerbación de las desigualdades y retrocesos en términos de pobreza extrema. De esta manera, se plantea que ante la complejidad de los desafíos sociales ―multidimensionales, estructurales y entrelazados, marcados por la alta incertidumbre y con impactos profundos y diversos― la inversión social debe ser innovadora. Ya que este tipo de problemas no pueden resolverse
unilateralmente, desde miradas parciales de un solo gobierno o de una comunidad en particular, sino que demandan de la inteligencia colectiva de los diversos actores de la sociedad. En esta misma línea, y a través del Modelo de Innovación Social Multiactoral, se busca introducir una intersección entre la inteligencia colectiva y la gobernanza colaborativa como herramienta para atender a los desafíos sociales que enfrenta la región de una manera sostenible, adaptable y escalable.
De este modo, gracias a este encuentro, se pudo debatir el por qué implementar democracias participativas y Modelos de Innovación Social Multiactoral. Por lo que se puede concluir que, por medio de ambos, se abren espacios donde la sociedad pueda participar en la resolución de problemas comunes; fortaleciendo sus voces y presentando herramientas sostenibles y trascendentales.