En diciembre y durante tres días, junto con la Dirección de Fomento de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá y el Laboratorio de Nuevos Medios para el Desarrollo Sostenible (PRISMA), llevamos adelante la experiencia del taller de Gestión Cultural Abierta, haciendo foco en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 «Paz, Justicia e Instituciones Sólidas”.
A partir del diálogo, el intercambio de experiencias y conocimientos en torno a la representatividad, la inclusividad y la participación en la gestión cultural de Bogotá, creamos un Kit de Herramientas que permite poner en valor todo el trabajo realizado.
Les invitamos a descargarlo de forma gratuita y a difundirlo entre sus contactos para que la gestión inclusiva, participativa y representativa sea una realidad de todes.
Luego de haber transitado un 2020 de grandes desafíos y mucho trabajo, iniciamos este 2021 con una gran noticia, que da cuenta de los logros alcanzados: Asuntos del Sur pasa, formalmente, a constituirse como miembro de la red CIVICUS, una alianza mundial dedicada a fortalecer la acción ciudadana y la sociedad civil en todo el mundo, con énfasis en el Sur Global.
A partir del trabajo aliado con más de 8500 miembros, repartidos en 175 países, entre quienes se cuentan ONGs, activistas, coaliciones y redes de la sociedad civil, movimientos sociales y de protesta, organismos de voluntariado, entre otros, nos proponemos aportar tanto a nuestra misión institucional como a tres objetivos estratégicos específicos, basados en la fuerza de la acción colectiva, y que ponen en el centro a las personas:
Defender las libertades cívicas y los valores democráticos;
Fortalecer el poder de las personas para organizarse, movilizarse y actuar; y
Potenciar una sociedad civil más responsable, eficaz e innovadora.
Este nuevo paso que damos como Organización nos acerca más a un escenario post pandémico en el que estamos más juntxs, soñando y construyendo estrategias para un mundo inclusivo que garantice derechos para todxs.
Esta guía fue generada a través de una colaboración entre el proyecto de Innovación Pública de Asuntos del Sur, la Asociación de Municipalidades de Bolivia (AMB) y ONU Habitat para impulsar y apoyar a los gobiernos municipales en el proceso de transición integral autonómica y transparente para las elecciones subnacionales de 2021.
La guía aborda cinco dimensiones y varios aspectos críticos para la gestión municipal. Entre estos están aspectos procedimentales, planificación a mediano plazo, agenda de desarrollo urbano, producción legislativa y planteamiento de la innovación pública.
Además, la guía viene acompañada de un proyecto de ley municipal para la transición autonómica transparente el cual contiene lineamientos, información procedimental y ejercicios competenciales.
OXFAM sostiene que el COVID-19 es el virus de la desigualdad, donde los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres. Adicionalmente, la OMS advierte que corremos el riesgo de tener países que puedan controlar la epidemia y otros en los que se volverá endémica. Y si los gobiernos no empiezan a coordinar acciones de respuestas la situación tendrá sin dudas consecuencias humanitarias catastróficas.
La reacción egoísta y predatoria la vimos al comienzo de la pandemia, cuando los países ricos se aseguraron rápidamente suministros de testeo e instrumental médico. Lo que actualmente está sucediendo con las vacunas es aún peor. Hace unos pocos días, el jefe de la OMS alertó sobre el “nacionalismo de vacunas” que están adoptando los países más ricos del planeta para tener acceso preferente a las vacunas contra COVID19, lo que supone una “falla moral catastrófica” que amenaza una distribución justa y equitativa de vacunas en el mundo.
En números, esto se traduce en que de los 65 millones de vacunas ya proporcionadas en el mundo, el 80% de las mismas fueron ofrecidas a los Estados Unidos, China y los países más ricos de Europa. El mencionado informe de expertos convocados por la OMS sostiene que la mayoría de los países más pobres no podrán vacunar a más del 20% de su población y muchos tendrán que esperar hasta el 2022.
Esta catástrofe es particularmente visible en América Latina donde a pesar de concentrar uno de cada cuatro casos de COVID-19 en el mundo, sólo se ha aplicado un millón de vacunas. Además, para peor, esas vacunas se concentran casi exclusivamente en México, Argentina, Brasil y Chile, esto es, en las economías más fuertes de la región.
Bollyky y Bown, en un artículo de la Foreign Affairs, sostienen que la causa es que estamos ante un clásico “dilema del prisionero” en el que los países actúan como agentes con escasos incentivos para cooperar.
Es por ello que la tragedia, más que moral como sostiene el jefe de la OMS, es en realidad política, dado que refleja la incapacidad de brindar respuestas concertadas entre las naciones frente a una pandemia que ha mostrado efectos sanitarios, económicos y sociales devastadores.
La Asamblea General de las Naciones Unidas tardó un año desde el inicio de la pandemia para realizar reuniones especiales sobre el tema, sin dar tampoco resultados tangibles. La OMS se ha mostrado carente de músculo político y financiero, debilitada aún más con la retirada de la membresía de los Estados Unidos por parte de Trump. También genera sorpresa la escasa intervención del G-7, el G-20 y hasta del G-77 en dar respuestas concertadas.
La iniciativa más cercana a un ejercicio de colaboración efectiva es el Acelerador ACT que reunió tempranamente a gobiernos, laboratorios farmacéuticos y a grandes organizaciones filantrópicas como la fundación Melinda y Bill Gates, con el objetivo de apresurar la fabricación y la distribución equitativa de vacunas, tratamientos y medios de diagnóstico contra el COVID-19. Un componente de esta iniciativa es el esquema COVAX, por el cual se propone ofrecer 2.000 millones de vacunas a países de ingreso bajo y mediano.
No obstante, este esquema no ha logrado atraer a algunos de los principales países fabricantes de vacunas. Estados Unidos se acaba de unir esta semana. Tampoco participan los grandes laboratorios farmacéuticos y solamente ha conseguido un 25% de los compromisos financieros proyectados. Es decir, en el mejor de los escenarios recién estará distribuyendo vacunas para finales del 2021, un año después del comienzo de la vacunación por parte de los países ricos. Muchos países de América Latina y de África podrían lograr cierta cobertura recién para el 2023 o 2024.
El impacto de esta falta de mecanismos de gobernanza colaborativa a nivel global tendrá consecuencias devastadoras. Voces especializadas que están actualmente asesorando a la OMS sostienen que esto generará una enorme fractura en el mundo, causando estragos en esas sociedades.
Sin embargo, los incentivos son lo suficientemente contundentes y deberían alertar a los países ricos. La falta de cooperación también afectará necesariamente a los “ganadores”. La OIT esgrime que ya se perdieron 255 millones de puestos de trabajo alrededor del mundo. Si las muertes continúan creciendo, se estima que la pandemia podría matar a 40 millones de personas y reducir la economía mundial en 12,5 trillones de dólares para finales del 2021. Esto significa menos consumidores, menos exportaciones y menos trabajo. Y si el nacionalismo se globaliza se podrían poner en riesgo las cadenas de valor de las propias vacunas, para las cuales los principios activos generalmente se suministran de países en desarrollo.
La única manera colectiva de evitar el famoso “dilema del prisionero” es generando mecanismos, o fortaleciendo los ya existentes para una gobernanza colaborativa. Claro, la crisis del multilateralismo no es nueva. Pero no queda otra que hacer un trabajo político de construcción de consensos y liderazgos compartidos en el campo internacional, para convencer a los países de esta cooperación.
Con la administración de Biden, y la reincorporación de los Estados Unidos a los Acuerdos de Paris, la OMS y a COVAX, se abre una nueva ventana de oportunidad. América Latina podría hacer lo mismo y reconstituir el Consejo Sudamericano de Salud. El mismo, parte de la desmantelada UNASUR, era justamente el único espacio regional que reunía a los ministros sudamericanos con el objetivo de promover políticas sanitarias comunes.
Una gobernanza colaborativa permitiría vacunar equilibradamente y asistir a poblaciones prioritarias con objetivos críticos de salud pública. A su vez, se estimularía a las economías, se evitaría interrupciones en las cadenas de suministros, se podría sostener condiciones para los laboratorios (y no al revés) y se evitarían conflictos geopolíticos innecesarios.
La política, ya sabemos, nunca es la salida más fácil. Pero también sabemos que, de esta crisis, nadie se salva solo. *Matías Bianchi es director de Asuntos del Sur y coordinador de la iniciativa #ColaboraLat
Ante la crisis de intermediación democrática y la sensación de que los gobiernos representan cada vez menos a la ciudadanía, innovar el sector público ya no es una opción sino una necesidad.
Por esta razón, desde Asuntos del Sur, en el marco de los proyectos Innovación Pública 360 y la Academia de Innovación Política, hemos producido un documento para ayudar a responder interrogantes que seguramente surgirán en este camino signado por un cambio de paradigma en el sector público: ¿Qué son, para qué sirven y cómo se puede implementar herramientas habilitadas por las tecnologías digitales para fortalecer la transparencia, la participación y la cocreación de políticas públicas?
Hemos desarrollado diversos contenidos en función de estas preguntas, los cuales abarcan: datos abiertos, participación ciudadana, rendición de cuentas, laboratorios de innovación e inteligencia artificial, entre otros. Desarrollando no sólo material teórico sino repasando también plataformas, experiencias destacadas y herramientas útiles y de acceso libre.
Antes de leerlos, creemos fundamental tener presente aclarar que la implementación de estas soluciones requiere como mínimo de un trabajo conjunto y un diálogo permanente con múltiples agentes – tanto privados como de la sociedad civil- así como también una mirada crítica acerca de las implicancias éticas y sociales.
Por otro lado, los abusos con respecto a los datos personales y el avasallamiento a la privacidad y la búsqueda de la manipulación de la opinión pública, reduce la calidad de la democracia al limitar la participación libre. Por ende, previo a usar estas tecnologías es necesaria la información sobre los derechos humanos implicados.
No olvides que la innovación es el resultado de agentes cómo tú, personas que buscan desarrollar políticas públicas que puedan generar una mayor incidencia en sus sociedades y transformar sus gobiernos desde adentro.
El 2020, sin dudas, será un año que no olvidaremos. El año del zoom o meet, del tapabocas, de trabajar en red detrás de las pantallas, cada unx desde un rincón diferente desde el cual le tocó vivir la pandemia y el aislamiento.
Aún así, comprendiendo y afrontando la complejidad del presente, nos organizamos y accionamos de manera colaborativa entendiendo que, para salir adelante, la solución es siempre colectiva.
Queremos compartir con ustedes todo el trabajo realizado en pos de lograr más y mejores democracias en América Latina y agradecerles por acompañarnos un año más.
La pandemia por COVID-19 aumentó las violencias contra las mujeres e identidades no binarias; por lo cual se hizo urgente mejorar el acceso a los servicios de atención en casos de violencias de género. Como respuesta a ello, nos unimos en red para co-crear un plan integral de abordaje de violencias de género 2020-2022 para mejorar el acceso a servicios de atención a las mujeres víctimas de los seis municipios del departamento de Orán de la Provincia de Salta (San Ramón de la Nueva Orán, Pichanal, Colonia Santa Rosa, Hipólito Yrigoyen, Urundel y Aguas Blancas) para contribuir a la erradicación de las violencias contra la diversidad de mujeres e identidades no binarias.
Terminamos la formación de nuestra primera cohorte de 700 agentes de innovación pública de gobiernos subnacionales y organizaciones de la sociedad civil de más de 14 países de la región. Fue un proceso que iniciamos desde la Academia de Innovación Política en octubre pasado, en el marco del proyecto de Innovación Pública 360, buscando incidir en la adquisición de competencias para la transformación de la cultura de gestión desde el gobierno abierto, la inteligencia colectiva y la digitalización.
¿Por qué formar agentes públicos para la innovación?
Dentro de la perspectiva 360 que adoptamos en Asuntos del Sur, la formación de servidores y servidoras públicos/as responde a la necesidad de brindar herramientas y fortalecer capacidades para acelerar la apertura de gobiernos.
Como habíamos advertido en un anterior artículo, organismos internacionales han observado las grandes dificultades para propiciar transformaciones en los gobiernos de cara a la digitalización y gobierno abierto, debido a bajos niveles de capacitación (ONU, 2018). La pandemia, a su vez, exhibió, con mayor énfasis, la urgencia por tener servidores y servidoras públicas que puedan aprovechar al máximo todas las herramientas disponibles para brindar respuestas rápidas y eficaces.
Es por ello que, con base en la experiencia que tenemos en formación con la Academia de Innovación Política (AIP), buscamos, en Asuntos del Sur, responder a este gran desafío y brindar un programa de formación para gobiernos a la altura de las circunstancias.
El Curso en Innovación Pública 360
El programa que generamos consistió en un proceso de siete unidades temáticas diseñadas y desarrolladas por expertos y expertas de trayectoria regional. Entre los temas vistos se encuentran: nuevos municipalismos y derecho a la ciudad, gobierno abierto e innovación, tecnologías cívicas para la innovación pública, participación ciudadana, comunicación política de gestión, planificación sostenible y métodos de participación, co-creación e inteligencia colectiva. El curso tuvo una duración de 9 semanas, contando espacios de introducción a la navegación de la plataforma virtual y espacios de intercambio de dudas y comentarios. Uno de los grandes valores que la AIP ofrece en cada uno de sus cursos es el acompañamiento personalizado a cada uno/a de sus estudiantes a través de un tutor/a que brinda seguimiento semanal a las actividades.
Durante el desarrollo del curso, se generaron dos grandes actividades asincrónicas con el objetivo de que las y los estudiantes pudieran compartir sus experiencias y retos en cuanto a la participación ciudadana y las herramientas y tecnologías cívicas que han utilizado para resolverlas. En el debate se compartieron buenas prácticas y metodologías innovadoras que han utilizado gobiernos subnacionales de toda la región generando un ambiente de reconocimiento y aprendizaje mutuo.
Como valor agregado al contenido brindado en el aula virtual se ofreció una serie de webinarios en vivo y otras actividades de intercambio entre los y las participantes. Así, se desarrollaron los siguientes espacios de discusión con expertos y expertas, los cuales fueron transmitidos a través del canal de youtube de la AIP:
Gobernanza local y participativa. 16 de octubre. Invitados/as: Rocío Noriega (Congreso Nacional Chile), Enrique Bravo-Escobar (National Endowment for Democracy -NED-), Celía Ramíez (Gobierno de Jalisco).
Tejido digital del Gobierno abierto. 23 de octubre. Invitados/as: Cecilia Nicolini (Asesora del Presidente de la Nación argentina), Diego Gismondi (Ex subsecretario Santa Fe), María Paz (GobLab Chile), y Luisa Medina (Ministerio TIC Colombia)
ODS desde lo local: desafíos y buenas prácticas. 13 de noviembre. Invitados/as: Pablo Giles (Gobierno de Argentina), Rocío Molina (AMB Bolivia), Pablo Maturana (AMVA Colombia).
Innovación Urbana y derecho a la ciudad. 20 de noviembre. Invitados/a: Sergio Blanco (ONU Habitat), Mercedes Di Virgilio (CONICET) y Christian Correa (Visor Urbano – México).
Como cierre del proceso de formación realizamos un conversatorio denominado “Gobiernos disruptivos para nuevas realidades”. Tuvimos como invitados/as a tres intendentes/as: Fernanda Alonso, de General Pico; Pablo Javkin, de Rosario y Héctor Gay, de Bahía Blanca; así como al ex Gobernador de Nariño, Colombia, Camilo Romero. Asimismo, contamos con la participación de representantes de los gobiernos de Tucumán, Rosario, Bahía Blanca, Jalisco, Hurlingham y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), quienes compartieron iniciativas desarrolladas en sus gobiernos durante la pandemia.
Así, este programa contribuyó a una perspectiva integral para la transformación de los gobiernos, alineada con las necesidades de una era digital y los objetivos de desarrollo sostenible – datos, apertura institucional, participación, colaboración, inteligencia colectiva- pero, sobre todo, con el contexto de nuevos desafíos que planteó la pandemia.
Aquí algunas de nuestras postales:
Más allá de lo aparente
El mayor aprendizaje del curso fue, sin duda alguna, la articulación y el tejido colectivo logrado a través de múltiples foros y espacios facilitados para la discusión y el intercambio de experiencias. Juntar más de 700 funcionarios y funcionarias públicas de 14 países para pensar juntos y juntas la innovación pública es, en sí mismo, un gran ejercicio de inteligencia colectiva.
Varios/as de los/as participantes del curso, que más que estudiantes son también grandes profesores, se animaron a contar sus vivencias e iniciativas: Alejandra Leon, René Rivera, Milenka Villegas, Santiago, Javier Hernan, Claudia Fullone, Vannia Villegas, Maria Paola, Daniel Marca, Julieta de Luca, Jonatan Campo, Eugenia Velasquez, Laura Durdana y Evelin Chavez.
Ellos y ellas demuestran cómo, desde sus acciones en territorio, están innovando y generando transformaciones de pequeña escala pero con gran impacto. Este tipo de historias son las que nos animan a seguir impulsando este tipo de proyectos.
Es por ello que, como Asuntos del Sur, reafirmamos nuestra convicción para formar en 2021 una segunda cohorte de Innovación Pública y conformar una red de agentes públicos para la innovación a nivel regional.
Sí, feminismo de datos, una manera de denunciar análisis heteropatriarcales, racistas y coloniales que se enfrenta a las formas patriarcales de pensar la ciencia de datos y la ética de los mismos desde una postura interseccional. ¿Acaso aún pensabas que los datos eran neutrales?
A principios de 2020, Catherine D’Ignazio y Lauren Klein, publicaron el libro Feminismo de Datos, donde muestran su crítica sobre la recopilación, tratamiento y presentación que se hace hoy en día de los datos ante la opinión pública.
El libro parte de un hecho fundamental: los datos se han presentado como el nuevo potenciador de diversos sectores (privado, públicos y sociedad civil) pero, si los datos no son desglosados en categorías como sexo, género, raza, etnia, etc., no van a reflejar las desigualdades que estructuran las sociedades actuales. Entonces, al igual que los históricos sesgos androcéntricos en la ciencia que demuestran que la ciencia no es neutral, los datos tampoco y los problemas comienzan, incluso, antes de recolectar los datos porque muchas veces esa recopilación está incompleta.
Por otro lado, si los datos no son utilizados para actuar atendiendo a las necesidades y demandas de los sectores más vulnerables, se priorizan los intereses de unos pocos en detrimento de las mayorías sosteniendo, de esta manera, las desigualdades.
Ahora bien, que los datos no sean neutrales y existan ciertos sesgos de género no resulta extraño si consideramos que quienes suelen trabajar en esta actividad son personas dominantes y privilegiadas: varones, cisgénero, heterosexuales y blancos. Esto genera que una parte muy reducida de la población se encuentre trabajando en la recopilación, el mantenimiento y la utilización de los datos y, más allá, diseñando herramientas para una mayoría que no se encuentra en la intersección de todas esas identidades. Frente a esta situación, el feminismo de datos se propone frenar la reproducción del status quo patriarcal y, por ende, desigual. Su valor radica, además, en que se producirán proyectos de mayor alcance y con información más completa.
Para comenzar a romper con estas lógicas patriarcales al trabajar en ciencia de datos, es necesario preguntarse:
¿Sobre quién?
¿Para quién?
¿Sirviendo a qué intereses?
¿Con qué valores?
Catherine D’Ignazio y Lauren Klein presentan, en su libro, siete principios del feminismo de datos:
Examinar el poder.
Desafiar el poder.
Los dos primeros puntos refieren al análisis del poder. Esto es central porque examinarlo equivale a entender cómo funcionan estas estructuras de poder y a la idea de que el feminismo de datos debe evaluarlas para entender cómo contribuyen a perpetuar diversas injusticias sociales: “creer en la igualdad continúa pareciendo un proyecto irrealizable. El mundo no está funcionando como debería y nosotras queremos trabajar para lograr que sea más justo ” (2020).
De esta manera, el feminismo de datos trata, entre otras cosas, sobre poder, sobre quién lo tiene y quién no. El feminismo interseccional examina la distribución desigual de poder. Y, en el mundo contemporáneo, los datos son poder. De esta manera, el punto de partida del feminismo de datos es algo que la ciencia de datos en general no reconoce: en el mundo, el poder no se distribuye de manera igualitaria.
Elevar la emoción y la corporalidad
Reivindicar las emociones como una manera de conocer y responder al mundo. Tal como sostiene Sara Ahmed (2019), las emociones implican una postura ante el mundo o una manera de aprehenderlo. A través de ellas podemos revisar las formas de socialización que nos consigna el pensamiento patriarcal y que nos llevan a considerarnos inferiores a los hombres. El feminismo es emocional y posee una estrecha relación con la indignación y el miedo pero esto no implica que las emociones que expresa no sean pensadas. Al contrario, el pensamiento feminista involucra una respuesta emocional al mundo que consiste en la compleja reorientación de nuestra relación corporal con las normas sociales.
Repensar los binarismos y las jerarquías
Es necesario desafiar los binarismos, no existen sólo dos géneros y existen muchos otros sistemas de opresión. Por este motivo, el feminismo de datos no es sólo sobre mujeres, para lograr la igualdad es necesario contemplar a todos los géneros para trabajar por una sociedad más igualitaria.
Adoptar el pluralismo
De la mano con el principio anterior y la interseccionalidad, las múltiples perspectivas y otorgarles prioridad a los pueblos originarios, brindarán distintas formas de aprehender y conocer.
Considerar el contexto
Los datos no son objetivos, muestran relaciones sociales desiguales, el contexto es esencial para comprender si los análisis realizados son precisos.
Hacer visible el trabajo
Todo trabajo es el resultado de diversos actores, es necesario valorar todas las contribuciones. El feminismo nos habla de lógicas horizontales y formas de conocimiento orgánicas.
Por supuesto, estos cambios son parte de procesos más amplios pero, para incentivar a gobiernos y organizaciones a implementar estos principios en sus análisis y construcción de información, la educación es clave. Incorporar los principios del feminismo de datos significa aprender otras perspectivas en pos de crear no sólo una mejor ciencia de datos sino también productos y proyectos. También significa escuchar a las comunidades para las cuales trabajamos, de lo contrario, nos estaríamos perdiendo la oportunidad de comprender sus necesidades y desarrollar los mejores caminos para ayudar y crear impactos que perduren en el tiempo.
De esta manera, si bien el potencial de los datos para exponer problemáticas, desigualdades y mejorar o ser aplicados en políticas públicas ha quedado demostrado en los últimos años, es el momento de replantearse: ¿datos para quién? Por eso, el feminismo de datos, trabaja para incluir a todas las personas en la construcción y análisis de información. Parafraseando a Bell Hooks, al igual que los movimientos feministas, el feminismo de datos es para todo el mundo.
Innovar en el sector público se ha vuelto una necesidad para los gobiernos que desean fortalecer sus democracias y hacerlas más paritarias e inclusivas. Ahora bien, para lograrlo es necesario que se contemple la pluralidad de voces que coexisten en la ciudadanía y, por lo tanto, que la innovación pública tenga perspectiva de género. Esto es clave para aportar a la calidad de la innovación pública, ya que genera inserción de talentos, reduce brechas salariales, fortalece equipos y promueve la excelencia en el área, representando una oportunidad de crecimiento para cualquier país.
Sin embargo, pese a que en muchos países las mujeres son mayoría en las áreas de ciencia, tecnología e innovación (CTI), acceden en menor medida que los varones a las categorías más altas de la carrera de investigación. Asimismo, no solo se observa el efecto de tijeras o el techo de cristal en la carrera científica sino que también se puede apreciar la segregación horizontal o por disciplina al menos en algunos campos del conocimiento.
Estas diversas brechas de género no sólo impiden que la ciencia y la tecnología beneficien de igual manera a hombres, mujeres e identidades no binarias, sino que limitan su participación y contribución plena. Además de reducir el impacto de la CTI en el desarrollo.
Las inequidades de género se encuentran presentes en las diferentes etapas de la investigación: desde la propia definición de las preguntas, pasando por la generación de evidencia y trabajo de campo, hasta los procesos de financiamiento y definición de políticas públicas.
Resulta fundamental para los gobiernos promover la participación de las mujeres en CTI e incorporar el enfoque de género en las decisiones institucionales. Existen muchas acciones posibles, desde atraer más mujeres a las áreas de innovación hasta requerir la inclusión de la perspectiva de género en los proyectos de investigación como condición para el financiamiento.
Te invitamos a leer el documento que elaboramos desde Asuntos del Sur para conocer por qué necesitamos más mujeres en ciencia, tecnología e innovación pública. Lo puedes descargar aquí.
Licenciada en Ciencia Política (Universidad de Buenos Aires, Argentina), Magíster en Derechos Humanos y Democratización en América Latina y el Caribe por la Universidad Nacional de San Martín (Universidad Nacional de San Martín, Argentina) y maestranda en Ciencia Política (Universidad Torcuato Di Tella, Argentina). Me desempeño como investigadora en el Observatorio Electoral de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, docente universitaria y consultora independiente. Miembro de la Red de Politólogas #NoSinMujeres. Líneas de investigación: participación política de las mujeres y diversidades, gobernanza electoral y nuevas tecnologías para la participación política.
Mi nombre es Bruno, soy de Rio Cuarto, Córdoba. Me desempeño laboralmente como desarrollador web, especializado en Wordpress y Javascript. Actualmente estoy estudiando PHP y React. Me gusta mucho viajar y andar en bici 😁
Migrante colombiana viviendo en Buenos Aires hace más de 6 años. Estudié Ciencias Políticas y estoy realizando mi tesis de Maestría en Intervención Social. Investigo y trabajo en políticas urbanas, especialmente en barrios populares, me gusta pensar y hacer talleres participativos y disfruto mucho el trabajo en equipo. Practico y oriento prácticas de vinyasa yoga y amo bailar salsa.
Lic. En Comunicación Social (UBA). Máster en Comunicación, Cultura y Ciudadanía Digital (Universidad Rey Juan Carlos y Media Lab Prado, Madrid) especialista en procesos de innovación democrática, gobierno abierto y comunicación política, con más de 10 años de experiencia en investigación, diseño y ejecución de políticas de gobierno abierto y estrategias de comunicación política.
Actualmente, está estudiando Relaciones Internacionales. Le gusta entrenar, leer y adora aprender cosas nuevas. Su estación favorita del año es el invierno y le gustan los dulces y postres.
Vive en San Martín (Buenos Aires) y tiene 21 años. Es estudiante de la Lic. en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín y se encuentra realizando su trabajo de tesis sobre el modelo de desarrollo sostenible que presenta y defiende el Acuerdo de Escazú, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Se suma a Asuntos del Sur motivada por adquirir conocimientos sobre cómo se lleva a cabo un proyecto a nivel regional y conocer sus dinámicas.
Maia tiene 22 años y es franco-argentina. Es ex estudiante de cine y actual estudiante de Ciencia política en la UNSAM. Amante de la fotografía. Dedica su tiempo libre a entrenarse para correr carreras.
Vive en Reconquista, Santa Fe, pero es originario de Buenos Aires. Tiene 25 años y es estudiante de la Licenciatura en Periodismo en la Universidad Siglo 21. También estudió Programación en la UTN.
Estudiante avanzada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín. Se encuentra cursando las últimas materias de la carrera y redactando la Tesis de Investigación. Se confiesa muy emocionada de ser parte de Asuntos del Sur para experimentar este nuevo desafío.
Artista y gestora cultural. Magíster en Mediación Cultural (Universidad Nouvelle Sorbonne Paris 3). Doctoranda en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó como asesora de despacho de la Gobernación de Nariño y de la Alcaldía de Cartagena, Colombia, en la implementación de procesos de innovación pública.
Magíster en Ciencia Política por la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y Licenciada en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ha trabajado como consultora e investigadora para organismos internacionales, gubernamentales nacionales y Think Tanks nacionales e internacionales.
Politólogo de la Universidad de Buenos Aires, Máster en Mercados e Instituciones del Sistema Global y PhD en Políticas e Instituciones de la Università Cattolica del Sacro Cuore di Milano (Italia). Activista por los derechos de las personas LGTBI y docente de postgrado en la Universidad de Lanús (Argentina) y en la Alta Escuela de Economía y Relaciones Internacionales (Italia). Sus áreas de especialización son la integración regional latinoamericana, la geopolítica energética y las políticas públicas con enfoque de derechos.
Peruana, Coach Ontológico Profesional con especialización en educación emocional y estudiante del último año de la carrera de Relaciones del Trabajo – UBA. Trabaja como coach facilitando capacitaciones para emprendedores y negocios. Como pasatiempo, disfruta leer, hacer yoga y trekking y viajar.
Argentino, politólogo (UBA) e investigador en cuestiones de género y seguridad (ILSED). Amante de los viajes, los idiomas y el intercambio cultural.
Oriunda de Río Negro. Estudiante de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional de San Martín, con tesina en proceso. Además, participa en asociaciones civiles de base comunitaria. En su tiempo libre, juega para uno de los equipos deportivos de la UNSAM.
Estudiante de Relaciones Internacionales en la UNSAM y Coordinadora General en Soft Power, un think tank de relaciones internacionales. Interesada por las cuestiones relativas a la vinculación entre el género y el libre comercio
Estudiante de Relaciones Internacionales en la UNSAM. Le interesan las cuestiones de género y desplazamiento forzado. Como pasatiempo, la literatura y el cine.
Estudia Ciencias Políticas (UNSAM) con tesina en proceso. En paralelo, estudia Relaciones Internacionales en la misma casa de estudios. Además, trabaja en la Fundación Metropolitana haciendo desarrollo institucional y contenidos y escribe informes sobre Ambiente en Politeia.arg. Como hobbie, dedica tiempo a danza jazz y comedia musical desde hace varios años, como también a talleres de lectura sobre diferentes temáticas.
Nació y creció en Bogotá (Colombia). En 2011 emigró a Argentina para continuar sus estudios. Actualmente, está cursando la Licenciatura de Relaciones Internacionales.
Es estudiante de Ciencias Políticas y Profesorado Universitario en Ciencia Política (UNSAM). Disfruta mucho viajar y le gusta leer, cocinar y hacer deporte.
Licenciada en Relaciones Públicas e Institucionales con una Maestría en Comunicación Política (Austral). Fue Directora Nacional de Relaciones Institucionales del Ministerio de Salud de la Nación y se especializó en el Ceremonial y Protocolo. Ama el running y viajar.
Actualmente cursando la Tecnicatura en Administración de Gestión y PyMEs y la licenciatura en Comercio Internacional. Atleta trans, fanática del ciclismo y activista de la inclusión deportiva.
Finalizando la Licenciatura en Comunicación Social con orientación en opinión pública y publicidad en la UBA. Becaria de la Nueva Escuela de Diseño y Comunicación. Se encuentra vinculada con las ONG desde el 2017.
Licenciada en Comunicación Social, experiencia de trabajo en OSC y en el Estado en temática de políticas públicas enfocadas en hábitat. Especializada en el diseño de metodologías participativas, facilitación de talleres, coordinación de grupos y acompañamiento en los procesos de diseño e implementación de proyectos. Docente de teatro en nivel secundario y actriz.
Lic. en Ciencia Política (UCA). Trabajó en el sector privado para diferentes multinacionales, en Escuelas de Negocio y tiene, además, experiencia en la función pública. Es docente universitario y secundario.
Jennifer Cyr es profesora asociada e investigadora de ciencias políticas y de los estudios latinoamericanos en la Universidad de Arizona. Además de estudiar la representación política y la democratización en América Latina, escribe sobre los métodos cualitativos y mixtos y el uso de los grupos focales en las ciencias sociales.
Directora de Arte e Ilustradora independiente. Artista autogestiva. Miembro activo de MEP (Mujeres en Publicidad), un colectivo de mujeres en busca de una industria publicitaria con perspectiva de género. www.jotaschneider.com
Lic. en Relaciones Públicas y Cs. de la Comunicación. Comunicadora en Bachillerato Popular Travesti Trans Mocha Celis. Activista por los DDHH LGBTIQ+. Transfeminista.
Politóloga por la UCB de La Paz con especialización en Gestión Equitativa por la USMP, Lima. Diplomada en IAP y Educación Superior. Trabaja en investigación, derechos políticos de las mujeres, paridad y alternancia, prevención de violencia contra las mujeres y presupuestos sensibles al género.
Dentro del tercer sector desarrolló todo tipo de tareas, profesionalizándose en la gestión humana y de comunidades de personas. Trabajó en temas relacionados a la educación, los derechos civiles y la responsabilidad social empresaria. Estudia idiomas y turismo para poder seguir relacionándose con personas de todo el mundo.
Licenciada en Comercialización. Ha prestado sus servicios como asistente de gestión académica del Programa Colegio de las Américas – COLAM de la Organización Universitaria Interamericana – OUI. Apoyo a los procesos de convocatoria, registro de estudiantes, monitoreo de inscripciones y pagos, coordinación del proceso de certificación y diplomación y producción de informes administrativos.
Periodista de Medellín, Colombia y estudiante de la Maestría en Comunicación y Criminología de la Universidad Nacional de La Plata. Trabaja en temas relacionados con la memoria histórica, la violencia y los derechos humanos. Participa en procesos de periodismo ciudadano por la memoria, así como en investigaciones sobre el mismo tema. Ha sido docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia.
Licenciada en Relaciones Internacionales (UCC); Técnica en Responsabilidad y Gestión Social (Universidad Siglo 21); Especialista en Políticas Públicas para la Igualdad en América Latina (CLACSO y FLACSO Brasil) y Magíster en Derechos Humanos y Políticas Públicas (UNED España). Se desempeña en los ámbitos de la cooperación internacional, el desarrollo institucional y la docencia.
Argentina. Lic. en Relaciones Internacionales (Universidad Católica de Córdoba). Maestranda en Gestión Ambiental del Desarrollo Urbano (Universidad Nacional de Córdoba). Con experiencia en la coordinación y facilitación de talleres presenciales en América Latina, en tutorías de programas de formación virtual, y en el diseño de metodologías y la creación de plataformas colaborativas.
Licenciada en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires, con una maestría en curso de Ciencia Política por la Universidad Torcuato Di Tella. Su trabajo se concentra en los derechos reproductivos de las mujeres y la participación ciudadana.
Abogada experta en violencia de género por la Comisión Nacional de Justicia de Género de Venezuela – TSJ y Magíster en Docencia para Educación Superior, Diplomada en Innovación Política, Derechos Humanos y Procesal Penal. Trabajó en el Poder Judicial en la competencia de Delitos de Violencia contra la Mujer en el Estado Zulia, Venezuela. Embajadora de Venezolanas Globales en Argentina; forma parte de la Red de Mujeres de Amnistía Internacional Venezuela y de la Red Feminista del Estado Zulia.
Licenciado en Ciencia Política de la UBA, con un amplio recorrido en comunicación digital y campañas políticas. Con formación en diseño audiovisual por su vocación para contar historias. Colaborador de la Federación Internacional de Racquetball.
Licenciada en Administración Gubernamental y Políticas Públicas por la Universidad de Guadalajara con especialización en temas de participación ciudadana, innovación política y combate a la corrupción. Actualmente es Maestrante en Politicas Públicas con enfoque en Gobiernos Locales y Rendición de Cuentas. Especialista en estrategias y herramientas de incidencia y construcción de Redes por EQUIS- Justicia para mujeres, Alternativas y Capacidades y la GIZ -Agencia del Gobierno Federal Alemán y en Contraloría Social y Sistemas Anticorrupción por el Colegio de Jalisco y el Comité de Participación Social de Estado de Jalisco.
Licenciada en Ciencia política por la Universidad de Buenos Aires. Magister en Administración Pública por la facultad de Ciencias Económicas de la UBA y Especialista en Educación y nuevas tecnologías por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Se desempeña hace más de 10 años en la educación en línea en diferentes organizaciones de la región.
Licenciada en Relaciones Internacionales (Universidad de San Andrés) y Mg. en Relaciones Internacionales Europa – América Latina (Universidad de Bolonia). Realiza una Maestría en Ciencias Sociales de Internet en Oxford Internet Institute (Universidad de Oxford). Especializada en innovación política y gobernanza de internet.
Politóloga por la Universidad Pompeu Fabra, especializada en género y juventudes. Máster Interuniversitario en Juventud y Sociedad, Universidad de Girona. Maestría en Administración Pública de la Universidad de Buenos Aires (en proceso de elaboración de tesis). Forma parte de la Red de Politólogas. Sus intereses de investigación se focalizan en los temas de género, juventudes y participación política.
Coordinadora de Gobernanza, Estado y Gestión del Observatorio de Políticas Públicas y Docente investigadora de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV). Asesora de organismos públicos nacionales y subnacionales. Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad del Salvador (Argentina) y especialista en Cooperación Internacional por la Universidad Nacional de San Martín (Argentina).
Coordina el programa de Innovación Pública 360 y es Digital Integrity Fellow del Open Tech Fund. Msc en Desarrollo Internacional (Universidad de Bristol). Fue investigador en tecnologías para la Vicepresidencia de Bolivia, PNUD y Fundación UNIR Bolivia. Ex becario Chevening.
Licenciada en Ciencia Política de la UBA, especializada en dirección y gestión de organizaciones sociales en UdeSA y docente en la UBA de la materia “el rol de las organizaciones de la sociedad civil en políticas públicas”.
Politólogo de la Universidad de Buenos Aires, MSc en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Oxford, MPA y PhD en Ciencias Políticas del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po). Trabajó en el Woodrow Wilson Center, el Centro de Desarrollo de la OCDE y dirigió el Instituto Federal de Gobierno en Argentina. También es docente universitario e investiga sobre democracia, economía política y tecnopolítica.
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Por innovaciones políticas nos referimos
Al desarrollo de prácticas, intervenciones, dispositivos tecnológicos y/o regulaciones que permitan solucionar problemas públicos. Las innovaciones, entendemos, deben tener dos condiciones necesarias:
La primera es que deben buscar transformarse en una práctica social y política generalizada, es decir, deben buscar tener un impacto político.
La segunda es que deben favorecer a la ampliación de derechos y de calidad de vida de las personas. Entendida de este modo, la innovación política apunta a la construcción de sociedades abiertas, gobernadas por comunes, por lo que se requieren acciones que distribuyan el poder. Es por ello que, desde Asuntos del Sur, priorizamos las innovaciones centradas en la construcción de sociedades más paritarias, inclusivas y participativas.